Frescos del Ábside de Sant Clement de Taüll: Un Viaje al Arte Románico del Siglo XVII
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Frescos del Ábside de Sant Clement de Taüll
Nos encontramos ante la pintura de los frescos del ábside de Sant Clement de Taüll del siglo XVII. Pintada por el maestro Taüll y su taller de estilo románico, con una técnica conocida como frescos y temple sobre muros. Tras el cese de las invasiones bárbaras, Europa alcanzó la estabilidad y se implantó el feudalismo y la supremacía de la iglesia como institución. Se propició la peregrinación en esa época.
Contexto Histórico
En el siglo VI se fundó la orden benedictina, basada en la vida consagrada a Dios. Hay tres etapas en el arte románico:
- Primer románico: Siglos X y XI
- Románico pleno: Siglos XI y XII
- Tardorrománico: Siglos XII y XIII
Análisis Formal
Desde el punto de vista del análisis formal, el conjunto se divide en tres partes superpuestas:
- Parte superior: La bóveda del ábside, que representa el cielo.
- Parte intermedia: La parte superior, que remite a la iglesia.
- Parte inferior: Simboliza el mundo terrenal.
En la parte alta se encuentra la imagen del Cristo juez, de cuerpo entero e insólito dentro de una mandorla, sentado en el cielo y con la tierra a sus pies. Cristo bendice con su mano derecha y con la izquierda sostiene un libro del evangelio de Juan. En los extremos de la composición se halla la figura de un ángel; debajo de esta imagen está representada la Virgen María, que sostiene el Santo Grial, acompañada de varios apóstoles.
Elementos Simbólicos
En la parte superior de la bóveda se encuentra la mano de Dios que bendice y el cordero místico de siete ojos, símbolo del poder ilimitado de Dios. Desde el punto de vista del análisis del contenido, el conjunto iconográfico de Sant Clement de Taüll muestra una representación de la teofanía, manifestación de la divinidad de Dios, basada en el texto de la segunda venida de Jesucristo a la tierra, narrada en el Apocalipsis de San Juan. A ambos lados de la mandorla se encuentran las letras alfa y omega, que simbolizan que Dios es el inicio y el fin de todo.
Características del Románico
Para comentar la obra, debemos comenzar con las características del románico, la simetría compositiva que se observa en la figura de Cristo y en la estructuración geométrica de los cuerpos de los diferentes personajes. La simetría solo se rompe en la posición de las manos de Cristo y en los arcos del registro intermedio.
Se observa también el hieratismo y la frontalidad de las figuras, que imponen respeto y autoridad, y el uso de franjas monocromáticas horizontales en el fondo, que dan al espectador una visión temporal de la escena.