Freud y la Religión: Desvelando el Malestar Humano y la Búsqueda de Felicidad

Clasificado en Psicología y Sociología

Escrito el en español con un tamaño de 3,08 KB

La obra de Sigmund Freud ofrece una profunda exploración de la religión, entendiéndola no solo como un fenómeno social, sino como una manifestación compleja de la psique humana. A través de sus escritos, desentraña cómo la religión se entrelaza con nuestras necesidades más primarias, nuestros miedos y nuestra incesante búsqueda de sentido y bienestar.

La Religión como Ilusión y Mecanismo Defensivo: El porvenir de una ilusión

En El porvenir de una ilusión, Freud reduce el fenómeno religioso a ilusiones del deseo pulsional, es decir, a necesidades psicológicas que el sujeto aspira a realizar. Según Freud, la frustración y la angustia provocadas por el temor a la enfermedad, a la muerte, al futuro incierto y a los peligros de la naturaleza impulsan al ser humano a buscar en otro mundo una vida eterna y feliz que le compense. La religión, por tanto, la entiende como un quitamiedos.

En este sentido, la religión es un mecanismo defensivo contra el desamparo. El ser humano es incapaz de soportar este sentimiento y se refugia en su pasado mediante una regresión infantil, proyectando en Dios su necesidad de seguridad y protección.

La Religión como Neurosis Colectiva y la Búsqueda de Felicidad: El malestar de la cultura

En El malestar de la cultura, Freud trata la religión como delirio o neurosis colectiva, como una falsa ilusión deformadora de la realidad. En el mismo sentido se refería Marx a la religión cuando la tachaba de ideología, enmascaradora y sublimadora de la auténtica y miserable realidad. Sin embargo, Freud va mucho más lejos que Marx.

Plantea, por ejemplo, la incapacidad del ser humano para alcanzar de manera definitiva la felicidad, siendo esta, sin embargo, el objetivo prioritario de la cultura.

El Conflicto entre Cultura y Naturaleza Humana

El malestar de la cultura representa una reflexión sobre la servidumbre y represión que impone la vida moderna y civilizada, y la dificultad de alcanzar la felicidad bajo estas condiciones. Una vez más, Freud insiste en que los desarrollos culturales y sus interacciones con la naturaleza humana y las experiencias vivenciadas en los primeros años son el reflejo de los conflictos entre el yo, el ello y el superyó.

Estrategias para Mitigar el Sufrimiento

Los seres humanos sufrimos las calamidades que nos acechan durante toda nuestra vida: enfermedades, la amenaza externa, desengaños, la muerte, etc. Pero tenemos la capacidad de buscar sustitutos placenteros que mitigan esta desventura; la religión es uno de ellos, pero no el único. Uno de los más eficaces es el trabajo, al que los seres humanos suelen ver como una obligación y no como el camino que conduce a la felicidad.

La vida se nos impone con una dureza absoluta, es portadora de tristezas, dolores irremediables... Es como si la felicidad escapara a nuestro alcance.

Entradas relacionadas: