La Función Científica y la Responsabilidad Ética en la Profesión Arqueológica
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El Arqueólogo: Definición y Alcance Profesional
El arqueólogo es un historiador cuyo objetivo principal es el conocimiento de la disciplina arqueológica. Esto implica mantenerse actualizado, estudiar e investigar para comprender la historia. Para lograrlo, el arqueólogo utiliza una serie de restos materiales, lo que añade una dimensión diferente a la de otros historiadores.
Trabaja en una disciplina científica, enfocada en la recuperación, protección, valoración y divulgación del patrimonio arqueológico.
Compromisos Éticos y Sociales del Profesional
El arqueólogo está comprometido con diversos actores y principios:
- Con sus colegas arqueólogos, con quienes investiga y trabaja.
- Con quienes contratan sus servicios profesionales (administraciones públicas o privadas).
- Con las instituciones que patrocinan la actividad arqueológica.
- Con el medio ambiente.
- Con la sociedad en general.
Diferenciación de Roles y Metodología
Es fundamental distinguir entre el arqueólogo que investiga y aquellos que operan en el ámbito comercial. No todos los arqueólogos trabajan directamente para generar conocimiento histórico. Las empresas arqueológicas, por ejemplo, pueden dedicarse únicamente a la excavación y la prospección, sin llevar a cabo la fase de investigación profunda.
El arqueólogo investigador utiliza una metodología científica, aplicando técnicas actualizadas y acordes a los fines que busca conseguir: dominar la arqueología e interpretar el pasado que investiga.
Ética de la Intervención y Preservación del Yacimiento
El profesional debe escoger los métodos menos destructivos, preservando el yacimiento en la medida de lo posible, ya sea mediante una excavación parcial o completa. Por lo tanto, debe tomar medidas rigurosas para la restauración y la conservación.
Toma de Decisiones sobre Estructuras
Si en el yacimiento se encuentran estructuras, el arqueólogo debe valorar si estas pertenecen a una época concreta o si existe una superposición de culturas y épocas. Las decisiones clave incluyen:
- Valorar si es posible conservar la estructura in situ.
- Determinar si basta con documentar el yacimiento para luego volver a cubrirlo.
- Evaluar si la estructura será destruida debido a una obra posterior.
Si existe superposición, debe valorar si se queda en la primera fase que encuentra (lo que implicaría conservar los restos in situ) o si se levantan las partes siguientes para acceder a niveles inferiores.
Objetividad y Documentación Obligatoria
Los arqueólogos tienen la obligación de ser objetivos en su trabajo. Deben documentar el yacimiento exhaustivamente, dejando que este «hable» por sí mismo. Dicha documentación debe ser guardada y estar siempre disponible, garantizando la integridad del registro histórico.