Funciones y Componentes de la Sangre: Impacto en el Bienestar Humano
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La Sangre: Composición y Funciones Vitales
Dentro del cuerpo humano, encontramos líquidos extracelulares que conforman el medio interno; estos incluyen el líquido intersticial de la matriz intercelular y el medio intracelular. La sangre, un tejido líquido esencial, forma parte de este medio interno y circula a través de los vasos sanguíneos. Cumple diversas funciones cruciales:
- Transporte: Lleva hormonas, nutrientes y el oxígeno desde el sistema respiratorio hasta las células.
- Regulación: Controla la temperatura corporal y mantiene el equilibrio ácido-base.
- Defensa: Protege al organismo contra agentes infecciosos.
- Coagulación: Un mecanismo de defensa vital que previene la pérdida excesiva de sangre.
La sangre se compone de dos elementos principales: el plasma y las células sanguíneas.
El Plasma Sanguíneo
El plasma es la porción líquida de la sangre, representando aproximadamente el 55% del volumen sanguíneo total. Se trata de una disolución acuosa compuesta por un 91% de agua, un 7% de proteínas y el resto por iones, nutrientes, hormonas, sustancias de desecho y gases. Las proteínas plasmáticas más relevantes son:
- Albúminas: Son las más abundantes y cumplen diversas funciones, incluyendo el mantenimiento de la presión osmótica.
- Globulinas: Un grupo heterogéneo que incluye los anticuerpos o inmunoglobulinas, fundamentales para la defensa inmunitaria.
- Fibrinógeno: Proteína soluble que, durante la coagulación, se transforma en fibrina insoluble, formando el coágulo.
Pilares del Bienestar Integral: Físico, Mental y Social
El bienestar integral abarca tres dimensiones interconectadas: física, mental y social. Cada una requiere atención y cuidado específicos.
Bienestar Físico
Para mantener un óptimo bienestar físico, es fundamental:
- Atender las necesidades diarias del cuerpo (alimentación, descanso, etc.).
- Realizar ejercicio regularmente para mantener la forma física.
- Practicar hábitos de higiene saludables.
- Seguir una dieta sana y equilibrada.
Bienestar Mental
El bienestar mental se sustenta en:
- Autoestima y autoaceptación.
- Expresión clara y sencilla de los sentimientos.
- Capacidad para afrontar los problemas cotidianos.
- Flexibilidad y adaptabilidad (capacidad de cambiar de actitud).
Bienestar Social
Un buen bienestar social implica:
- Habilidad para relacionarse con los demás.
- Capacidad para trabajar y jugar en equipo.
- Facilidad para hacer amigos y mantener las amistades.
- Disposición para dar y recibir ayuda cuando sea necesario.