La Fundación de Buero Vallejo: Obra Cumbre del Teatro Español de Posguerra
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Antonio Buero Vallejo es una figura central en la dramaturgia española de posguerra, reconocido por su profunda exploración de la condición humana y la crítica social. Su obra La Fundación, publicada en 1974, representa un hito en su trayectoria, fusionando la denuncia ideológica con una innovadora experimentación formal.
Introducción a la Obra de Buero Vallejo
Probablemente sea Buero Vallejo el autor dramático de mayor calidad de la literatura española de posguerra. Desde que en 1949 publicara Historia de una escalera, su primer gran éxito, optó por la creación de un teatro social que reflejase la terrible existencia de la España de su tiempo. Sus obras, básicamente tragedias, han tenido una enorme repercusión y ha cosechado numerosos premios como dramaturgo desde que en 1949 se le concedió el Lope de Vega, al que sucederían otros como el Nacional de Teatro, el Cervantes o el Nacional de las Letras.
La Fundación, publicada en 1974, pertenece a la tercera y última etapa de su producción literaria, en la que a las preocupaciones ideológicas constantes en su obra, se suma el intento de una mayor renovación formal del panorama teatral.
Argumento y Temas Fundamentales en La Fundación
Tomás es un preso político condenado a muerte por un régimen totalitario que comparte celda con cuatro compañeros más que están a la espera de la ejecución. Había sido detenido cuando repartía propaganda y delató a sus compañeros al ser torturado, provocando la caída y condena de los miembros más importantes de su organización, con los que comparte ahora la prisión.
Abrumado por los remordimientos, intenta suicidarse, pero Asel, uno de sus compañeros de celda, consigue evitarlo. Ante esta situación, su mente entra en un estado de esquizofrenia como autodefensa ante la realidad; en su alucinación, cree residir en una fundación en la que él, su novia y sus amigos disfrutan de una beca para desarrollar sus investigaciones.
Sus compañeros de celda, comandados por Asel, le siguen la corriente con la intención de que recupere la cordura de forma no traumática, aunque su situación se vuelve insostenible por momentos. Finalmente recupera el juicio justo antes de que se desencadenen los acontecimientos que concluyen con el suicidio de Asel, para evitar la tortura, y el asesinato de Max, arrojado por la barandilla por Lino, bajo la sospecha de traición.