Fundamentación del Conocimiento según Kant: Giro Copernicano y Condiciones a Priori
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I.1. Explicación de Conocimiento Trascendental en Kant
Explique el alumno el significado de la expresión “Llamo trascendental a todo conocimiento que se ocupe en general no de los objetos, sino de nuestra forma del conocimiento de los objetos, en tanto en cuanto éste sea posible a priori”.
El objetivo de la Crítica de la Razón Pura es aclarar si es posible la metafísica como ciencia. El diagnóstico de Kant respecto a la historia de la filosofía es el siguiente: los intentos anteriores por fundamentar la metafísica han sido ineficaces, siendo también estos errores los responsables del estado en que se encuentra la filosofía en su época. Estos errores son: dogmatismo, en el caso de los racionalistas, que pretendían fundamentar el conocimiento en conceptos sin contenido empírico, y escepticismo, en el caso de los empiristas, quienes, al negar la validez a todo concepto no proveniente de la experiencia, rechazaban la metafísica y, con ella, también la posibilidad de obtener algún conocimiento universal.
Ambos problemas de la historia de la filosofía se deben a un error común: racionalistas y empiristas han buscado resolver el problema del conocimiento mediante una aproximación al origen de los conceptos y los objetos que lo constituyen. Pero preguntar por el origen de un concepto no es explicarlo, es decir, no es fundamentarlo. La fundamentación del conocimiento, dice Kant, tiene lugar cuando el filósofo se pregunta si la facultad de conocer, es decir, la Razón, es capaz, por su propia constitución, de resolver los conceptos de los que se ocupa (determinar su legitimidad). Es decir, cuando la Razón investiga las condiciones que hacen posible el conocimiento de todo objeto en general, y además, solo cuando estas condiciones son dadas a priori, es decir, emanan del sujeto.
Kant propone una inversión (Giro Copernicano) en el enfoque del conocimiento: del mundo al sujeto; del exterior al interior. Tal inversión pone al sujeto en el centro del proceso de conocimiento, y, puesto que constituye una interrogación a la Razón sobre sus posibilidades de conocer, es trascendental. El camino hacia un sistema filosófico trascendental liberará a la metafísica de sus ilusiones dogmáticas. Este camino es una propedéutica o crítica necesaria. Y el objeto de una crítica de la razón realizada de este modo se conformaría con mantenerla (a la razón) libre de errores.