Fundamentos del Arte Griego Clásico: Sociedad y Cultura en la Antigua Hélade

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Contexto Histórico: Fundamentos Sociales y Culturales del Arte Griego

El arte griego, que se extiende fundamentalmente entre los siglos VIII y II a. C., tiene su momento de esplendor en el siglo V, correspondiente al periodo clásico. El marco geográfico en el que se desarrolla abarca las cuencas e islas del Egeo, así como las regiones mediterráneas colonizadas por los griegos, desde Asia Menor hasta la Península Ibérica. No es una cultura autóctona, sino el resultado de diversas aportaciones: tanto de las civilizaciones prehelénicas, donde tiene su origen, como de los pueblos helenos (dorios, jonios, etc.), a las que se suman las civilizaciones orientales. El resultado fue una cultura nueva, original y con personalidad propia: la Helénica.

Se enmarca dentro del arte clásico, el cual engloba un amplio espacio del arte occidental que tiene su origen en Grecia y se extiende posteriormente a la civilización romana. La Grecia clásica ofrece modelos y formas artísticas que pasarán más tarde a Roma, la cual los difundirá con su imperio por todo el Mediterráneo.

En Grecia se inician la filosofía, la física y la historia, y se llevan a horizontes insospechados la matemática y la creación artística. Por ello, para comprender el arte griego, es esencial entender sus fundamentos sociales y culturales:

Geografía y Economía

El gran desarrollo del comercio que alcanzó el mundo griego permitió el contacto con otras culturas que, como la egipcia, constituyeron una interesante aportación desde el punto de vista artístico.

La Religión

Grecia, como casi todas las culturas de la Antigüedad, era politeísta. La religión en Grecia era un sentimiento que lo impregnaba todo. Sin embargo, la religión griega no era subyugante ni opresora, lo que permitía al hombre griego vivir más pendiente de lo natural que de lo sobrenatural. Los dioses se humanizaban cada vez más, incluso atreviéndose los mortales a enfrentarse a ellos.

Aun así, la religión se convirtió en uno de los motores esenciales de las manifestaciones artísticas: se construían grandes templos en los que moraban los dioses; estos se representaban en forma de bellos seres humanos y protagonizaban la poesía y el teatro, entre otras expresiones.

El Pensamiento Racional

La civilización griega inició un camino sin retorno hacia la racionalidad. Esto también se reflejó en el arte, que pasó a estar regido por la razón. La belleza que caracteriza a las obras griegas se basa en un sistema de medidas y proporciones. En Grecia se afianzaron una serie de leyes y premisas, tanto en el campo de la arquitectura como de las artes plásticas, que configuraron un lenguaje homogéneo y preciso, cuyos cambios a lo largo del tiempo nunca atentaron contra los principios esenciales que se mantuvieron inalterables.

Concepción Antropocéntrica del Mundo

Esa misma racionalidad explica que el Hombre sea la referencia principal en todo ese entramado de medidas y proporciones. Todas las manifestaciones culturales de Grecia están presididas por una preocupación por el Hombre. Se trata de una cultura antropocéntrica: el ser humano se ubica en el centro de la creación. Esto dejó una clara influencia en el arte: la arquitectura perdió las dimensiones colosales que encontramos en la egipcia, para adoptar unas medidas más humanas. De igual forma, la escultura plasmó los aspectos visibles de la concepción ideal del hombre.

Ideal Político Griego: La Democracia

Los griegos se esforzaron en configurar para Atenas un régimen político basado en la igualdad y el gobierno del pueblo. Fundamentándose en la racionalidad, los griegos se enorgullecían de someterse a un orden, no a un hombre. Por ello, difícilmente encontramos en Grecia grandes construcciones funerarias o grandes palacios. La mayor parte de las obras que se realizaron estaban en estrecha relación con el pueblo llano. Por ello, los lugares públicos tuvieron una gran importancia.

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