Fundamentos de la Conducta Ética Humana

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La Moralidad del Ser Humano

El ser humano es un ser racional y libre, por lo cual debe responder de sus actos ante sí mismo, ante los demás y ante Dios. El ser humano es un ser ético, capaz de decidir y obrar el bien o el mal, siendo consciente de que todo puede calificarse como bueno o malo. El hombre, por ser un animal político, se caracteriza por la vivencia en sociedad, medio que utiliza a través de su razón. Descubre cuáles son las condiciones necesarias para alcanzar en la relación una conducta moralmente buena. El comportamiento ético implica la existencia de formas básicas de relación y de interacción.

Moralidad de los Actos Humanos

Las fuentes de la moralidad dependen de las circunstancias de la acción, del fin que se busca (la intención) o del objeto elegido (la acción). Un acto bueno supone la bondad tanto del objeto como del fin y de las circunstancias. Una finalidad mala corrompe la acción, aunque su objeto sea de suyo bueno. Hay comportamientos concretos que siempre es un error elegir, porque su elección conlleva un desorden de la voluntad, es decir, un mal moral.

Actos Moralmente Calificados

La libertad hace del hombre un sujeto moral. Cuando actúa de manera deliberada, el hombre es el padre de sus actos. Los actos humanos realizados libremente, tras un juicio de conciencia, son calificados moralmente de buenos o malos. El objeto, la intención y las circunstancias forman las "fuentes" o elementos constitutivos de la moralidad de los actos humanos.

Moralidad de las Pasiones

Las pasiones designan las emociones o impulsos de la sensibilidad que inclinan a obrar o no obrar en razón de lo que es sentido como bueno o como malo. Son componentes naturales del psiquismo humano, constituyen un lugar de paso y aseguran el vínculo de la vida espiritual y visible.

Pasión Fundamental

Es el amor, causa del deseo del bien ausente y la esperanza de obtenerlo. La aprehensión del mal causa el odio, la aversión y el temor ante el mal que puede sobrevenir, esto culmina en la tristeza a causa del mal presente.

Las pasiones no son intrínsecamente buenas ni malas; su moralidad depende de la razón y la voluntad. La perfección moral consiste en que el hombre no sea movido al bien solo por su voluntad, sino también por su apetito sensible.

Virtudes

Las virtudes son actitudes o perfecciones habituales y constantes. Pueden ser:

  • Virtudes Cardinales o Humanas: fortaleza, prudencia, justicia y templanza.
  • Virtudes Teologales: fe, esperanza y caridad.

Son mediante la voluntad (fe) y el entendimiento (razón). Están compuestas por actos morales o buenos.

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