Fundamentos de la Filosofía Cartesiana: Sustancia, Dios y Paralelismos Platónicos
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La Filosofía de René Descartes: Sustancia y Existencia de Dios
En un principio, Descartes define la sustancia como «una cosa que existe de tal manera que no necesita de ninguna otra para existir». Distingue entre la sustancia absoluta o infinita (Dios), que responde perfectamente a la definición de sustancia, y las sustancias finitas o relativas (el yo y el mundo), que, aunque dependen de Dios para su existencia, no dependen la una de la otra; son autónomas e independientes entre sí.
Descartes mantiene que cada una de estas sustancias es conocida por nosotros a través de sus atributos, es decir, a través de los rasgos esenciales de la sustancia que se nos presentan con claridad y distinción. Lo que nosotros percibimos son atributos de sustancias que, al ser su esencia, nos ofrecen un conocimiento de ellas. Cada tipo de sustancia posee un solo atributo.
La Existencia de Dios en el Pensamiento Cartesiano
Descartes descubre entonces en su alma una idea singular: la idea de perfección (infinita), que pronto se apresura a identificar con la idea de Dios. Analicemos más detenidamente las pruebas que aporta Descartes para demostrar la existencia de Dios. Se trata de pruebas a priori, que parten de la idea de Dios.
Argumentos Basados en la Causalidad Aplicada a la Idea de Dios
- La idea, como realidad objetiva, requiere una causa real proporcionada. A partir del origen y sostenimiento de la idea de Dios, encontramos en nuestra mente la idea de un ser infinito con todas las perfecciones. Tiene que ser su origen y causa una realidad que esté fuera de nosotros, y esta es Dios.
- A partir de la causa de mi propia existencia, yo me reconozco como un ser finito e imperfecto, incapaz de ser la causa de mi propio ser.
Paralelismos y Divergencias entre Descartes y Platón
La Realidad (Ontología)
Según Platón, la realidad verdadera es el ámbito inteligible, porque es el único universal, necesario e inmutable. Descartes, por su parte, distingue tres tipos de realidades: el mundo físico, los seres humanos y Dios. La realidad, para Descartes, está formada por el conjunto de las sustancias enteras.
Descartes otorga al mundo físico una realidad no reconocida por Platón. El mundo real de Descartes no es el mundo sensible platónico, sino el «mundo de la ciencia física».
El Conocimiento (Epistemología)
Para Platón, del mundo sensible solo es posible una opinión, un saber no verdadero. La verdad del conocimiento depende de la verdad de los seres. Descartes coincide con Platón al afirmar que el conocimiento más elevado es la ciencia. También desconfía de los sentidos como fuente válida de conocimiento; solo la razón lo es. También acepta las ideas innatas.
El punto de mayor distancia entre ambos, y que sirve a Descartes, es su apuesta por un enfoque subjetivista de la verdad. El criterio de verdad cartesiano es la certeza: será verdadero lo que la razón perciba con claridad y distinción. Sin embargo, en Platón, el enfoque es objetivista. El conocimiento es verdadero si es conocimiento de ideas.
El Ser Humano (Antropología)
Para Platón, la verdadera identidad del ser humano es su alma. El alma racional es la fuente del verdadero conocimiento. Para alcanzarlo, tiene que luchar contra el cuerpo y sus sentidos.
Descartes asume que el hombre es un compuesto de dos sustancias (pensante y extensa), como en Platón. Por eso, la aplicación del método también exige una lucha contra los sentidos.
La Intención Ética
Descartes persigue una doble finalidad: dirigir su razón y encontrar la verdad en las ciencias. La semejanza con el pensamiento platónico es evidente: conocer el Bien.