Fundamentos de la Filosofía de Kant: Razón, Ética y Política

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Immanuel Kant se identificó con los ideales de la Ilustración. En este sentido, hay que entender la salida del hombre de su culpable minoría de edad como la falta de autonomía en el uso de la razón.

La Razón Crítica y el Giro Copernicano

Esta razón se convierte en crítica, tratando de dejar claro cuáles son sus propios límites. Esto es lo que hace Kant en su Crítica de la razón pura, desmontando la pretensión de saber de la metafísica tradicional como conocimiento a priori de las Ideas de Dios, Alma y Mundo.

Kant plantea un “giro copernicano” en el conocimiento, de modo que el objeto es el que se adapta a la forma de conocer que tiene el sujeto, que conoce a través de su sensibilidad y entendimiento.

Estética y Analítica Trascendental

En la Estética trascendental explica que el Espacio y el Tiempo, pertenecientes a la Sensibilidad, son las condiciones de posibilidad de la experiencia, al tiempo que justifica las Matemáticas como Ciencia. El Entendimiento es el encargado de conceptualizar el objeto percibido por la sensibilidad y darle un significado, naciendo de ahí el conocimiento (Analítica trascendental).

Existen conceptos que provienen de la experiencia sensible, pero los más importantes son los conceptos puros del entendimiento o categorías, que son estructuras con las que interpretamos lo percibido. De todos los tipos de juicios en los que llevamos a cabo esta operación, los únicos válidos para la Ciencia son los sintéticos a priori, pues aumentan el conocimiento y son universales y necesarios.

Dialéctica Trascendental y la Metafísica

Kant demuestra en la Dialéctica trascendental que la Metafísica no puede ser una ciencia porque sus juicios no añaden ningún tipo de conocimiento, pues están más allá de la experiencia y las categorías sólo son válidas aplicadas a ésta. A este error Kant lo denomina ilusión trascendental.

Dios, alma y mundo expresan el ideal de la razón de encontrar principios cada vez más generales. Así, Kant cierra una puerta pero abre una ventana para recuperar estas ideas como postulados de la razón práctica, como condiciones de posibilidad de la ley moral.

La Razón Práctica y los Postulados

  • El primero es la libertad (autonomía de la voluntad de darse la ley moral a sí mismo).
  • Además, la moralidad completa sólo es alcanzable en una vida inmortal.
  • Y, por último, la coincidencia de felicidad y moralidad en la voluntad humana sólo es posible suponiendo una voluntad moralmente perfecta (Dios).

Minoría de Edad y Religión

Sin embargo, aunque Kant reconoce que, por naturaleza, estamos dotados para usar de modo autónomo nuestra razón, no lo hacemos por pereza o cobardía. Por eso, somos culpables de permanecer en esta “minoría de edad”, que es aprovechada por otros para dirigir nuestra vida.

Kant considera la minoría de edad en materia religiosa como la más perjudicial. Según Kant, lo que la religión debería propugnar sería el cumplimiento de unas normas basadas en el cumplimiento del deber, lográndose cumplir así con la voluntad divina.

Moral Autónoma e Imperativo Categórico

En este sentido, Kant plantea el paso de la religión a la moral, a una moral autónoma en la que el individuo autodetermine su voluntad sin imposiciones exteriores y, además, categórica, que no tenga necesidad de poner condicionantes, al basarse en el cumplimiento del deber. La moral kantiana afirma que se puede decidir la bondad o maldad de una acción en función de la intención y no de las consecuencias (contra las éticas materiales).

Kant formula así el imperativo categórico:

«Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal»

O bien:

«Obra de tal manera que uses a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin y nunca como un medio».

Política y Ciudadanía Mundial

En el ámbito político, Kant dice que el verdadero monarca ilustrado permitirá el ejercicio de la libre expresión que posibilite transformar la ley misma en pro de una mayor participación autónoma y racional de los ciudadanos. Kant establece así la idea de “una sociedad de ciudadanos del mundo”, una unión de naciones que favorezca principios éticos universales que ponga la PAZ como horizonte.

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