Fundamentos de la Ley, la Autoridad y el Bien Común
Clasificado en Filosofía y ética
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El Bien Común y las Facultades Humanas
La perfección de las facultades propiamente humanas, el bien y la verdad, constituyen esencialmente el bien común.
Bienes Materiales e Inmateriales
Es necesario incorporar al bien común (parte necesaria, no esencial) la ordenación de los bienes materiales, que son bienes útiles. La voluntad y la verdad son bienes inmateriales, bienes que se quieren por sí mismos, es decir, bienes honestos.
La medida de los bienes útiles debe estar dada por los bienes inmateriales. Para saber cuántos bienes útiles se necesitan para una sociedad, el criterio estará dado necesariamente por los bienes inmateriales. Cuando no se satisfacen los bienes inmateriales, es por exceso o por defecto.
La Promulgación de la Ley
La promulgación es el medio por el cual se da a conocer la ley. Para que exista la ley, debe haber promulgación; sin esta, no existe. La promulgación no parece un elemento de la esencia de la ley, porque esta, antes y después de ser promulgada, son exactamente lo mismo. Más que ser de la esencia, la promulgación es un requisito para su existencia, porque es lo que le otorga obligatoriedad (la ley no obliga hasta ser promulgada).
La Ley según Santo Tomás de Aquino
Santo Tomás, al dar esta definición de ley, no está pensando solo en la ley humana, sino también en la que incluye la ley divina y la ley natural. La ley natural está en la esencia del hombre y se promulga en la razón. Es natural porque está inserta en la naturaleza, y nadie puede alegar ignorancia, ya que, en la medida en que es un ser racional, conoce esos principios.
La Autoridad y su Rol en la Ley
El Acto Propio de la Autoridad y los Súbditos
La autoridad es la causa eficiente de la ley; es decir, de la autoridad proviene principalmente la ley (por ejemplo: la ley emana de la autoridad). De ahí que el acto propio de la autoridad sea legislar. El acto propio de los súbditos es obedecer (someterse a la voluntad de otro) para conseguir un fin que no pueden alcanzar por sus propias fuerzas. Los súbditos, al someterse a la voluntad de otro, tienen el derecho a ser bien gobernados.
El Derecho de Rebelión y la Defensa del Bien Común
Cuando la autoridad atenta contra el bien común, el súbdito tiene el derecho o deber de desobediencia (derecho civil, derecho de rebelión), el cual se justifica si el bien que se busca es mayor y tiene posibilidad de éxito.