Fundamentos del Pensamiento de Aristóteles: Felicidad, Virtud y Estado

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Ética Aristotélica: La Búsqueda de la Felicidad

La ética aristotélica es una ética orientada a la felicidad (Eudaimonia). En referencia a lo que Aristóteles define como felicidad, tenemos que esta es el fin último del ser humano. A continuación, se resumen los puntos clave sobre este tema:

  1. La felicidad no es un hábito o disposición, ya que, si lo fuera, podría darse también en quien se pasara la vida durmiendo o en quien sufriera las mayores desgracias posibles.
  2. La felicidad consiste en una actividad deseable por sí misma y no por causa de otra cosa.
  3. Las actividades que se eligen por sí mismas son las actividades virtuosas, ya que lo que es bueno y honesto pertenece al número de las cosas que son deseables por sí mismas.
  4. Todo lo dicho hasta ahora implica que el hombre feliz es un hombre virtuoso. Por ello, la felicidad es definida por Aristóteles como la actividad conforme a virtud.
  5. La actividad específica del ser humano reside en la posesión del entendimiento, lo que hace que en él predomine la actividad puramente contemplativa.
  6. Tal actividad es la más excelente y, además, la más continua, porque podemos contemplar más que hacer cualquier otra cosa. El placer debe hallarse mezclado con la felicidad, ya que el hombre feliz siente placer al llevar a cabo su actividad específica de carácter contemplativo. Por otro lado, tanto la felicidad como la actividad contemplativa son realidades que se bastan por sí mismas, ya que el que lleva a cabo tal actividad nada saca de ella aparte de la contemplación, mientras que de las actividades prácticas obtenemos siempre algo, más o menos, aparte de la acción misma.
  7. La vida más excelente, por tanto, es la vida conforme a la mente, ya que eso es primariamente el hombre. Esta vida será también, por consiguiente, la más feliz.
  8. Para ser completamente feliz, el hombre contemplativo tendrá necesidad del bienestar externo, ya que nuestra naturaleza no se basta a sí misma para la contemplación, sino que necesita de la salud del cuerpo, del alimento y de los demás cuidados. Ahora bien, todo esto no quiere decir que el hombre necesite una superabundancia de tales bienes materiales, ya que no es necesario dominar el mar y la tierra para ejercitar una actividad noble. Con recursos moderados se puede practicar la virtud, por lo que bastará con disponer de una medida sencilla de recursos materiales.

Teoría del Conocimiento: Postura Empirista

Respecto a este tema, Aristóteles adopta una postura empirista. El proceso de conocimiento se estructura en dos fases principales:

  1. La Sensación

    Según Aristóteles, "sentir es captar una forma sensible que está en un cuerpo, pero captarla sin su materia". Gracias a la presencia de lo sensible, la simple posibilidad de sentir de la facultad se convierte en acto de sentir, y la facultad se identifica de alguna manera con lo percibido.

  2. El Pensamiento

    Es preciso partir de la sensación y, acumulando experiencias, llegar por inducción a la esencia universal común. Para ello, la imaginación y sus imágenes son una ayuda imprescindible. La imaginación se encuentra entre la sensación y el pensamiento. Por ello, en ausencia de toda sensación no es posible conocer ni comprender nada, y la actividad del entendimiento debe ir siempre acompañada de imágenes.

Filosofía Política: El Hombre como Ser Social

Para Aristóteles no hay gran diferencia entre el fin del hombre y el de la polis (ciudad-estado). La moral es política porque no se puede ser virtuoso, es decir, alcanzar el fin del hombre en soledad; y la política es moral porque el fin del Estado es hacer virtuosos a los hombres mediante leyes justas.

Para Aristóteles, el hombre es un ser social por naturaleza, por tanto, la ciudad es el fin de las agrupaciones humanas.

Estudio de las Constituciones

Una constitución es el conjunto de leyes que regula las relaciones entre los ciudadanos y las instituciones. Aristóteles identifica tres sistemas políticos adecuados:

  • Monarquía: Poder en manos de un solo hombre.
  • Aristocracia: Poder en manos de varios hombres.
  • Democracia: Poder en manos del pueblo.

Degeneración de los Sistemas Políticos

Estos tres sistemas pueden degenerar en malos sistemas políticos:

Monarquía
Tiranía
Aristocracia
Oligarquía
Democracia
Demagogia (Anarquía)

La República (Politeia)

La República intenta recoger las mejores ideas de los tres mejores sistemas políticos (monarquía, aristocracia y democracia), buscando un equilibrio.

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