Fundamentos del Pensamiento Cartesiano: De la Duda a la Realidad
Clasificado en Filosofía y ética
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La Duda Cartesiana
La duda cartesiana es la expresión de una actitud de desconfianza para llegar a una evidencia indestructible. Supone un método de investigación positivo, puesto que aquella información que logre salir victoriosa de los ataques de una duda metódicamente elevada a los mayores extremos de rigor, será la verdad cierta que se busca. La duda se convierte así en el fundamento y justificación del método.
Ningún grado de conocimiento escapa a la duda cartesiana, como:
- La desconfianza del conocimiento aportado por los sentidos.
- La confusión entre sueño y la vigilia.
- La hipótesis del genio maligno.
El carácter radical de esta duda presenta la primera certeza: la duda puede hacer mella en todo contenido de pensamiento y únicamente se defiende ante el pensamiento mismo. La proposición "cogito ergo sum" (pienso, luego existo) es verdadera, pues la misma duda la confirma.
Las Ideas
El pensamiento tiene un objeto; ese objeto de pensamiento son las ideas. Descartes define las ideas como la forma de pensamiento por la que se tiene una percepción inmediata y de la cual se es consciente de este pensamiento.
Según Descartes, en la razón podemos encontrar tres tipos de ideas:
- Ideas innatas: ideas que el entendimiento, la razón, posee por sí solo.
- Ideas adventicias: provienen de la experiencia externa, su contenido nos llega desde fuera.
- Ideas ficticias: formadas por mi imaginación y voluntad.
Descartes realiza la deducción de las ideas innatas. Al final, Descartes coincide en tres: alma, Dios y mundo.
Las Sustancias
Descartes identifica tres sustancias principales:
1) Res Cogitans
La idea del alma. Según Descartes, la única verdad indubitable era que yo pienso; es decir, lo único que podría decir con certeza era que somos una cosa que piensa, que duda, entiende, niega y siente. A la sustancia pensante la llamó alma (o Res Cogitans). La independencia entre alma y cuerpo planteaba el problema de cómo se comunicaban una con la otra.
2) Res Infinita
La deducción de la sustancia infinita (Dios). Entre las ideas innatas, Descartes se dedica a la idea de Dios. Descartes demuestra la existencia de Dios utilizando tres argumentos:
Argumento Gnoseológico
Toda idea tiene una causa proporcionada. La idea de un ser perfecto tiene que proceder de uno real; es imposible que tenga su origen en mí, puesto que estoy lleno de imperfecciones.
Argumento de la Causalidad
Puesto que yo no soy perfecto, no me he creado a mí mismo, porque me habría dado todas las perfecciones de que carezco.
Argumento Ontológico
La idea de un ser infinitamente perfecto tiene que incluir su existencia, puesto que si no existiera, no sería tan perfecto.
3) Res Extensa
La materia mundana (mundo). Descartes, utilizando la regla de la evidencia, tuvo que admitir cualidades objetivas de los cuerpos: extensión, movimiento...