Fundamentos Políticos de la República Romana: Constitución, Poder y Legado Histórico

La Estructura Política de la República Romana

3.3.3: La Organización y Constitución de la Res Publica Romana

La Res Publica, en cuanto a su organización del poder político, es tributaria de la concepción teórica y de la concreción práctica de la organización política griega en general y ateniense en particular. La República Romana se organizó como un sistema de constitución no escrita en la que la forma de gobierno se apoyaba en tres pilares fundamentales:

• Los comicios (asambleas populares)
• El Senado
• Las magistraturas

Cabe resaltar que, tanto en Grecia como en la Roma republicana, votaban directamente los ciudadanos, es decir, se practicaba una democracia directa. La Constitución republicana romana se caracteriza por ser una constitución sólida y dúctil.

La solidez la demostró por su permanencia frente a las guerras exteriores e interiores, junto a las convulsiones sociales, políticas y económicas. La ductilidad la demostró en la capacidad de adaptación que siempre presentó frente a las nuevas necesidades políticas, sociales y económicas que se iban creando con las nuevas conquistas bélicas.

La Constitución republicana, sólida y dúctil, despertaba en su tiempo la admiración de los extranjeros. Así, se conoce el asombro del militar griego Polibio al no poder encajar la Constitución republicana romana en ninguna de las tres categorías aristotélicas.

3.3.4: El Debate sobre la Soberanía en la Res Publica

Algunos autores han hecho hincapié en que la soberanía en la Res Publica recaería en el Populus Romanus, es decir, en los comicios. Se entiende que el Populus Romanus, como asamblea ciudadana, tenía su asentamiento en la Urbs y por ello se considera que la República no sería más que el desbordamiento del pueblo fuera de los recintos amurallados de la ciudad.

Otros autores piensan que la verdadera soberanía residiría en el Senado. Para ellos, no puede hablarse en la época republicana de verdadera democracia, dado el poder restringido y con importantes limitaciones que atribuyen a las asambleas.

Antes de comenzar la reunión comicial, se tomaban los auspicios por parte del colegio de los augures. Era un arma política en sus manos, ya que si los sacerdotes señalaban que los dioses no eran favorables, no podía celebrarse la reunión comicial. Por estas razones, se considera que la soberanía no radicaba en los comicios, sino en el Senado, al ser el órgano director de la vida política.

Podemos decir que la Res Publica romana encarna el máximo ideario democrático y el sistema político más evolucionado y perfecto que fue posible hace más de 23 siglos.