Fundamentos del Sistema Inmunitario: CMH, Defensas y Respuestas Inmunes
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Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH)
El Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH) se refiere a proteínas situadas en la membrana plasmática de las células que sirven para distinguir lo extraño de lo propio. Están codificados por un grupo de genes de alto grado de variabilidad, lo que hace muy probable que no existan dos individuos con el mismo conjunto de proteínas. Las hay de dos tipos:
- CMH clase I: Presentes en todas las células del organismo. Están implicadas en la presentación antigénica a las células T citotóxicas.
- CMH clase II: Presentes solo en las células presentadoras de antígenos (CPA) del sistema inmunitario.
Defensas del Organismo Frente a las Infecciones
El organismo cuenta con varias barreras de defensa:
- Piel y mucosas: Son la primera barrera. Se presentan como una barrera mecánica que impide el paso físico de los invasores. Contribuyen a un ambiente desfavorable para patógenos con baja humedad y pH (ej. moco, lágrima, flujo vaginal).
- La segunda barrera la constituyen células (como macrófagos, granulocitos, células NK) y moléculas (como las proteínas del complemento) presentes en los tejidos y que se activan de manera inespecífica, dando lugar a una respuesta característica:
- Inflamación: Es una respuesta que siempre se realiza de la misma manera, independientemente del agente que haya penetrado. Genera vasodilatación y aumento de la permeabilidad vascular, manifestándose como rubor, calor, tumor y dolor. Todo ello atrae a los leucocitos (mediante diapédesis y quimiotaxis) y moléculas mediadoras (como la histamina), concentrando las defensas (activación del complemento, fagocitosis y síntesis de citocinas). Estos son los mecanismos de la reacción inflamatoria.
- La tercera barrera está formada por los linfocitos y moléculas sintetizadas por ellos, y constituyen la inmunidad específica. Presenta memoria y reacciona contra el agente concreto, en sus dos vertientes: humoral y celular.
La Respuesta Inmunitaria Primaria y Secundaria
Respuesta Inmunitaria Primaria
Cuando un patógeno logra invadir un cuerpo, provoca la inflamación en la zona de invasión. En un primer momento, desempeña un papel defensivo.
Rápidamente, los antígenos serán detectados por los linfocitos B y T que se activarán y comenzará la respuesta inmune específica, en su doble vertiente humoral y celular.
Activación de los Linfocitos T Helper 1 (TH1)
El antígeno tiene que ser fagocitado por una célula presentadora de antígenos (CPA). Las proteínas del microbio son degradadas y sus fragmentos expuestos en un surco de proteínas CMH clase II. De esta manera, las células CPA presentan el antígeno a los linfocitos TH1 vírgenes que se activan y originan células T efectoras y también de memoria. Producen citocinas que estimularán la proliferación de los propios TH1, macrófagos y linfocitos TC.
Activación de los Linfocitos T Citotóxicos (TC)
Si los microbios han invadido células, algunos péptidos que fabrican aparecen en la superficie celular asociados a las proteínas CMH clase I. Estos complejos son reconocidos por los linfocitos TC que se activan para destruirlos. Además, los linfocitos TC activados segregan citocinas que amplifican la respuesta inmunitaria.
Activación de los Linfocitos B
La mayoría de antígenos son incapaces de estimular a las células B sin la ayuda de los linfocitos TH2, los cuales, al activarse, provocan la proliferación del linfocito B y su diferenciación en células plasmáticas que son las que segregan grandes cantidades de anticuerpos.
Respuesta Inmunitaria Secundaria
Cuando un patógeno entra por segunda vez al cuerpo, genera la respuesta inmunitaria secundaria, que es mucho más rápida, prolongada y de mayor intensidad y eficacia, pues aunque los mecanismos que la generan son semejantes, cuentan con células de memoria.
Inmunidad Natural
Toda persona que supera una enfermedad experimenta una inmunización natural activa. Los fetos y recién nacidos experimentan una inmunización natural pasiva gracias a los anticuerpos que reciben de la madre a través de la placenta o leche materna.