Fundamentos del Texto: Explorando Adecuación, Coherencia y Cohesión para una Comunicación Efectiva

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Concepto de Texto y sus Propiedades Fundamentales

Un texto es cualquier estructura lingüística cuyos enunciados poseen un sentido unitario y transmiten una comunicación completa. Para ser considerado un texto bien formado, debe cumplir tres condiciones esenciales, también conocidas como propiedades del texto:

  • Adecuación
  • Coherencia
  • Cohesión

La Adecuación Textual: Adaptación al Contexto

La adecuación es la propiedad que poseen los textos bien construidos desde el punto de vista comunicativo. Implica que el texto se ajusta a la situación comunicativa, considerando factores clave como:

  • La relación entre los interlocutores.
  • La intención comunicativa.
  • Las circunstancias que rodean la creación textual.

Por tanto, la adecuación es el cumplimiento de las normas relacionadas con el destinatario, el tema y la situación. Algunos ejemplos prácticos incluyen:

  • Adecuarse a los receptores.
  • No divagar y exponer objetivamente lo que se dice.
  • Adaptarse a la situación comunicativa mediante el cambio de registro, desde el informal en conversaciones amistosas hasta la formalidad en contextos más serios.

En resumen, un texto se valora por su adecuación en diferentes aspectos:

  • Con respecto a sus destinatarios: puede ser apropiado o inapropiado.
  • En relación con el tema: adecuado o inadecuado.
  • Según la situación: oportuno o inoportuno.

La Coherencia Textual: Sentido y Organización

La coherencia es una propiedad inherente a todo texto, entendido como una entidad con significado que permite percibirlo como una unidad de sentido o comunicativa. Se relaciona directamente con la correcta organización y distribución de la información sobre un tema dado.

Para lograr la coherencia, son importantes la cantidad, la calidad y la estructura de la información. La coherencia proporciona a un texto un sentido global y se basa en normas universales de la expresión, así como en principios como:

  • Pensamientos lógicos.
  • Claridad.
  • Variedad léxica.

Además, un texto coherente no debe incluir oraciones cuyo significado sea absurdo o inaceptable. Se evitan oraciones vacías de contenido e información, no se contradicen los conocimientos comunes a todos y se aclara aquello que sea necesario para su comprensión.

Aspectos de la Organización Coherente:

En cuanto a su organización, un texto coherente debe tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Unidad: Las ideas deben girar en torno a una idea central.
  • Dinamismo: Consiste en la progresión de los enunciados e ideas, evitando la repetición innecesaria.

Desarrollo Temático:

El desarrollo temático puede realizarse de tres maneras:

  • Manteniendo un tema constante.
  • Derivando a otros temas.
  • Enlazando temas.

Finalmente, es importante destacar que un texto coherente incluye presuposiciones e implicaciones, elementos que contribuyen a su significado profundo.

La Cohesión Textual: Conexión y Enlace

La cohesión es la manifestación lingüística de la coherencia. Un texto está bien cohesionado si existen mecanismos que revelan la relación coherente entre sus partes. Estos mecanismos incluyen:

  • Recurrencia: Repetición de un elemento (palabra, concepto) dentro de un texto para mantener la referencia.
  • Sustitución: Se basa en la reiteración de un contenido mediante el uso de sinónimos, hiperónimos, pronombres o "palabras comodín" para evitar repeticiones exactas.
  • Elipsis: Consiste en la supresión de elementos lingüísticos redundantes que no aportan nueva información al texto, siempre que su ausencia no dificulte la comprensión.
  • Marcadores Textuales: Elementos que organizan y relacionan las ideas. Se clasifican en:
    • Conectores: Relacionan una parte del texto con otra anterior (ej. además, sin embargo, por lo tanto).
    • Operadores Argumentativos: Condicionan las posibilidades argumentativas de un enunciado (ej. incluso, ni siquiera).
    • Estructuradores de la Información: Organizan el discurso (ej. en primer lugar, por una parte, a propósito).
    • Reformuladores: Introducen una explicación o resumen (ej. o sea, es decir, en conclusión).
    • Marcadores Conversacionales: Propios del lenguaje oral, aunque pueden aparecer en textos escritos para dar un tono coloquial (ej. claro, vale, hombre).

Por último, es fundamental destacar la deixis, un mecanismo de señalamiento que permite referirse a elementos del contexto de la enunciación:

  • Deixis Personal: Señala al quién (uso de sustantivos, pronombres personales y posesivos).
  • Deixis Espacial: Señala al dónde (uso de demostrativos y adverbios de lugar).
  • Deixis Temporal: Señala al cuándo (uso de adverbios de tiempo).

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