Garcilaso de la Vega y Fray Luis de León: Cumbres de la Lírica Renacentista

Garcilaso de la Vega (1498-1536)

Garcilaso de la Vega nace en Toledo y dedica su vida a las armas y a las letras; muere en el asalto a la fortaleza de Le Muy. Estuvo casado con Elena de Zúñiga, pero en sus poemas amorosos se inspiraba en una doncella llamada Isabel Freyre, la cual se casó con otro y murió en 1533 de parto.

Obra y Modelos Literarios

Su obra consta de: una epístola, dos elegías, tres églogas, cinco canciones y 38 sonetos. El modelo de sus sonetos es Petrarca mezclado con el neoplatonismo: la mujer y el amor se idealizan y son el camino para acercarse a la belleza suprema. Influyen también la mitología clásica y el poeta valenciano Ausiàs March.

En las églogas utiliza el locus amoenus para lamentarse de sus penas amorosas y usa de inspiración La Arcadia de Sannazaro. En su estilo se comunican la naturalidad, sobriedad, armonía y ritmo en los versos; utiliza recursos como la metáfora, comparación, anáfora e hipérbaton.

Fray Luis de León (1527-1591)

Su obra pertenece al Segundo Renacimiento, coincidiendo con el reinado de Felipe II. La poesía sigue con las formas italianas, pero la Contrarreforma hizo que en la poesía apareciesen temas como la religión y el patriotismo. Así surge la poesía ascética (el autor busca la perfección moral) y la poesía mística (el autor describe su unión mística con Dios).

Trayectoria Académica y Conflictos

Fray Luis estudió Teología en Salamanca, donde fue catedrático. Estuvo encarcelado entre 1572 y 1576 por traducir el Cantar de los Cantares y por criticar la versión latina de la Biblia (Vulgata) por no atenerse al texto original. Tras salir de la cárcel, volvió a la universidad y les dijo a sus alumnos: "Decíamos ayer...".

Producción Literaria y Estilo

En su poesía influyen corrientes poéticas italianas, clásicas y religiosas. Escribió obras en prosa (La perfecta casada, El libro de Job, De los nombres de Cristo) y en poesía (unos 30 poemas de alabanza). Se dieron a conocer sus poemas por la publicación de estos por parte de Quevedo, 40 años después de su muerte.

Entre sus poemas destacan: Oda a la vida retirada, Noche serena y La profecía del Tajo. Usa tópicos como el beatus ille y emplea la contemplación de la armonía del universo y la naturaleza de modo neoplatónico, así como la música. Su estilo es sencillo y emplea recursos como el encabalgamiento y la pregunta retórica.