Genealogía del Poder en la Modernidad: Foucault y la Crítica al Poder Disciplinario
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Una Concepción Alternativa del Poder: Foucault
Foucault desarrolla una teoría del poder centrada, no en la legitimidad del poder, sino en su ejercicio y efectos: una alternativa a las interpretaciones tradicionales de la política y el poder, "burguesa" (jurídica), y marxista. Propone una genealogía del poder en la Modernidad; no una teoría trascendental del poder, sino un análisis histórico de las condiciones concretas de su ejercicio: comprender las formas de sometimiento inventadas desde la modernidad, y no plantear la cuestión del poder desde la perspectiva de su legitimidad.
Giro Sociohistórico
No una crítica general de la razón, sino un análisis de los procesos de racionalización.
Enfoque Nietzscheano
No una (imposible) teoría objetiva y universal del poder, sino un estudio histórico de la constitución de los sujetos modernos que analiza cómo en las sociedades modernas se desarrolla un poder "subjetivante", una tecnología política que aplica una racionalidad específica en las prácticas de instituciones basada en discursos de "saber", que producen una "verdad".
Últimos Escritos: Gubernamentalidad
Estudio de la "gubernamentalidad": tecnología general del poder propia de la racionalidad política moderna: regulación racionalizada de las poblaciones. (Sustitución del modelo de la guerra por el del "gobierno").
Crítica a las Teorías Tradicionales del Poder
Pretende un análisis del poder libre de los "obstáculos representativos" de la visión clásica. Critica la teoría jurídica del poder, centrada en las ideas del contrato (individuo como sujeto de poderes de los que se sigue la génesis del Estado) y de la soberanía, ficción legitimadora que atribuye el poder del antiguo monarca a la ley de la voluntad popular. El funcionamiento formal de las instituciones encubre la dominación disciplinaria efectiva.
Pero también la teoría económica del poder marxista: poder político como superestructura determinada por las relaciones de producción, y cuya función es precisamente mantener esas relaciones. El desplazamiento de la concepción clásica del poder que parte de la relación de poder como primordial implica abandonar ciertos postulados sobre el poder:
Cinco Postulados del Poder
- Postulado de la propiedad: el poder es propiedad de un sujeto, un bien del que se dispone y con el que cabe negociar (contrato) o que cabe conquistar (lucha de clases). El poder es algo que "está en juego" en las relaciones sociales.
- Postulado de la localización: el poder como poder del Estado, lugar privilegiado del que irradian sus efectos. Las relaciones de poder se extienden por toda la red social. Distribución "capilar" del poder por el tejido de la sociedad, conveniencia de un estudio ascendente del poder, evitando el análisis en torno a un centro.
- Postulado de la subordinación: el poder como "superestructura" que refleja la infraestructura, el "modo de producción". Correlación entre política e infraestructura, no determinismo. Los procesos productivos presuponen la dinámica de la dominación: presencia originaria del poder.
- Postulado del modo de acción: que el poder actúa por medio de la represión. Esta visión negativa del poder es parcial; el poder actúa más bien a través de la normalización: estimula, provoca, produce a través de los instrumentos del poder-saber. El poder tiene que ver más con el gobierno que con el enfrentamiento.
- Postulado de la legalidad: que el poder se expresa a través de la ley (de las normas explícitas). Pero el poder actúa no tanto por medio de la ley como de las disciplinas (ámbito de lo alegal).
El Poder Disciplinario y la Sociedad Moderna
A través de sus análisis de la institución psiquiátrica, de la cárcel, de la sexualidad, y de la "gubernamentalidad", Foucault describe el nacimiento y desarrollo, desde los siglos XVI-XVII, de una sociedad disciplinaria. En la sociedad feudal el poder se manifiesta en su aspecto negativo, de exclusión: derecho sobre la muerte. En la sociedad burguesa es poder sobre la vida: un poder de "normalización" de la sociedad, que administra, regula y multiplica la vida. El arte de gobernar pretende una gestión "económica" del Estado. La disciplina ajusta de modo económico-racional la producción, las redes de comunicación y las relaciones de poder. Mientras la noción jurídica de soberanía se mueve en el terreno de las leyes, el arte de gobernar apunta al logro de fines como la subsistencia, la riqueza, el aumento de población. Se trata de controlar y hacer crecer la potencialidad de los cuerpos, haciéndolos útiles al sistema mediante la norma. El esquema ley-represión es sustituido por los "dispositivos" normalizadores: medicalización, moralización, reinserción. De ahí el desarrollo de la "estadística" y de la "policía" como conocimiento de la demografía, recursos, etc. del Estado, que se ocupa de los hombres como seres vivos que producen y comercian, desde la perspectiva de la utilidad del Estado.