Géneros Literarios Clásicos: Fábula, Sátira y Oratoria en Roma

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La Fábula y la Sátira en la Literatura Clásica

La Fábula: Origen y Carácter Moralizante

La fábula designa la narración en la que intervienen animales que se equiparan a los hombres. Tiene raíz popular y fin moralizante. El carácter ejemplarizante es la nota esencial de este género. Estas narraciones o leyendas eran muy antiguas. Muchas nacieron en Oriente y en Egipto y se difundieron por los países del Mediterráneo. Esopo, autor griego del siglo VI a.C., fue el primero que les dio forma literaria y fue el modelo que siguió Fedro.

Fedro: El Fabulista Romano

Nació en Macedonia, llegó a Roma como esclavo de Augusto, quien le concedió la libertad. Se conservan cien fábulas de este autor. Los personajes son animales que representan las costumbres, las virtudes y los vicios de los hombres. Esta crítica social le acarreó numerosos problemas. Sus fábulas son narraciones sencillas, amenas y divertidas que terminan con una moraleja. Es una poesía de raíz popular, de fondo satírico y que refleja un mundo sencillo. Esto despertó el interés de autores como La Fontaine o Iriarte y Samaniego.

La Sátira: Crítica Social y Evolución del Género

La sátira es un género literario que crearon para corregir conductas, burlándose de los demás. Hay influjo de los griegos, los cínicos y los estoicos que improvisaban parodias y las llamaban diatribas. Lucilio pasa por ser el inventor del género. Este propugnaba una moral patriótica, orgullosa y optimista. Hace de la sátira un arma con la que fustiga a los personajes de su tiempo.

Horacio: La Sátira como "Sermón"

Horacio llama a sus sátiras sermones, tiene un estilo natural. Habla en ellos con humor sobre temas tradicionales y añade otros como el descontento de los humanos con su suerte o la escuela de normas de conducta. Tiene tres direcciones:

  • La autobiográfica
  • La moralizadora
  • La crítica literaria

Da preferencia al monólogo y satiriza los defectos ajenos. La sátira florece en el siglo I a.C., acentuando la tendencia moralizante. Son autores representativos Persio y Juvenal.

Juvenal: El Realismo Crudo de la Sátira

Con él, el género satírico entra en el más crudo y pintoresco realismo. Escribió dieciséis sátiras donde denuncia los abusos de los que es testigo: los vicios de los romanos, la miseria del pueblo, la incomodidad de Roma, etc. Capta con hiriente precisión la bajeza de los corruptos.

El Epigrama y Marcial: Ironía y Sarcasmo

Marcial nació en Bílbilis. Sus padres lo enviaron a Roma para estudiar. En Roma se somete al sistema de la clientela para vivir. Su genio le abre la puerta de los círculos literarios. Tras treinta y cuatro años en Roma, regresa a su patria natal. Marcial transformó el epigrama en un arma de ironía y sarcasmo. Es un observador. Su sátira permanece en un fondo espiritual que revela un espíritu sincero y bien intencionado. Es un hombre sensible, que revela un alma insatisfecha. Marcial es un escritor de primera calidad. Su genio se amoldaba al poema breve y satírico. Su obra es de una sobriedad clásica a la que le falta la fuerza moral para sacudir a la sociedad. Esto se le atribuye a Juvenal.

Influencia de la Fábula y la Sátira en la Literatura Posterior

Horacio fue un clásico desde el principio. La Edad Media solo prestó atención a las sátiras. En el Renacimiento tuvieron gran tradición. Persio fue muy leído tras su muerte y en la Edad Media. A Juvenal le llegó tarde el éxito. Fue modelo de satíricos en el siglo XVI, sobre todo en Quevedo. Marcial tuvo éxito inmediato. El Renacimiento lo relanzó. En España influyó en Quevedo, Góngora y Gracián.

La Oratoria Romana: Arte de la Persuasión

Definición y Aplicación de la Oratoria

Se define la oratoria como el arte de la persuasión por medio de la palabra. Este género constituyó una de las manifestaciones más originales. Tenía una doble aplicación:

  1. El dominio de la oratoria era el método de imponer la propia voluntad sobre una masa que no sabía leer ni escribir.
  2. La oratoria era imprescindible en las causas judiciales.

Cuando dejaron de existir la libertad política y la independencia judicial, la oratoria se convirtió en actividad áulica.

Técnicas Oratorias y Escuelas Retóricas

La oratoria es uno de los géneros más evolucionados a partir del influjo que recibió de Grecia a partir del siglo II a.C. Desde el punto de vista literario había tres tendencias:

  • Escuela Aticista:

    Defendía la sobriedad y la concisión en el discurso a la manera de Lisias. Respondía a una concepción de la lengua como un sistema acabado e inmutable.
  • Escuela Asianista:

    Era partidaria de la abundancia, amplitud, fogosidad y estilo florido. Consideraba la lengua como un sistema abierto, a la manera de un organismo vivo que crece e incorpora nuevos elementos.
  • Escuela Rodia:

    Mantenía la amplitud, abundancia y brillantez del discurso, busca el equilibrio y el gusto. El principal representante fue Cicerón.

La Oratoria Romana Antes de Cicerón

El primer orador fue Apio Claudio el Ciego. Escribió discursos en griego con fines de propaganda política. Catón el Censor, escribió más de ciento cincuenta. Catón era un homo novus, que tuvo que triunfar por sí mismo. Su instrumento imprescindible fue la persuasión, demostrando una oratoria combativa y virulenta, a la vez que brusca y cortada. Durante el siglo II a.C. entra en juego el influjo de la literatura griega. A partir de ahora empiezan a florecer escuelas de retórica en Roma. El círculo de los Escipiones desempeñó un papel muy importante en la asimilación de la literatura griega. Los más importantes son Marco Antonio y Lucio Licinio Craso.

Cicerón: El Maestro de la Oratoria Latina

Cicerón recibió educación en Roma y Grecia. En el año 58 a.C., un tribuno de la plebe hace votar una ley contra Cicerón, el cual decide exiliarse. En el 52 a.C. vuelve a Roma. En el 51 a.C. es nombrado procónsul en Cilicia. Cicerón toma el partido de Pompeyo, que es del Senado y la aristocracia. Derrotado Pompeyo, Cicerón se retira de la vida política, tras ser perdonado por César. En su retiro se dedica a las letras y a la filosofía. Tras el asesinato de César se enfrenta al poderoso Marco Antonio, contra el que pronuncia catorce discursos llamadas Filípicas. Cicerón paga con su vida este error político.

Retórica y Oratoria en la Obra de Cicerón

Cicerón es el principal representante de la oratoria, ya que lleva la prosa latina a la máxima perfección. Escribe obras sobre retórica, como el De inventione, compuesto en su juventud, y los tratados escritos en su madurez: el De oratore, el Brutus y el Orator.

  • En el De oratore, expone las cualidades que deben adornar al orador.
  • El Brutus, es un tratado escrito con motivo de la muerte de Hortensio. En él traza la historia de la oratoria romana.
  • El Orator es su obra culminante de retórica donde expone la teoría de los tres estilos: el sencillo, el moderado y el sublime.

Describe también las fases de la elaboración del discurso:

  1. La inventio: recogida de materiales: hechos y argumentos a favor y en contra.
  2. La dispositio: estructura del discurso de acuerdo con un plan.
  3. La memoria: el recuerdo de los elementos en el momento preciso.
  4. La elocutio: la expresión del contenido.
  5. La actio: la forma externa, acción, entonación y gestos.

La estructura del discurso mantiene estas cinco partes:

  1. El exordium: entrada del discurso en la que se trata de captar la atención del auditorio con la exposición de motivos.
  2. La narratio: exposición clara y breve de los hechos.
  3. La confirmatio: argumentación.
  4. La refutatio: se rechazan los argumentos del adversario.
  5. La peroratio: parte final donde el orador trata de inclinar a su favor la voluntad del auditorio o los jueces.

La actividad de Cicerón como orador político y jurídico se desarrolla a lo largo de su vida pública. Como abogado defensor destacan discursos como el Pro Murena o el Pro Milone. Como político, sus arengas contra Catilina (Catilinarias) o contra Marco Antonio (Filípicas). La potencia oratoria de Cicerón se capta en los discursos aún conservados.

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