Geografía de España: Factores Climáticos y Tipologías de Paisajes Ibéricos
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Los Paisajes y Climas de España: Factores y Tipologías Regionales
Rasgos Climáticos de la Península Ibérica
Para definir el clima de un lugar es fundamental considerar una serie de factores climáticos. Según la latitud, la distancia al mar y la altitud, el clima de la Península Ibérica presenta las siguientes características:
Influencia de la Latitud y las Precipitaciones
- La Latitud: Dada la extensión de la Península, la latitud influye en la variación de la temperatura. Se aprecia una diferencia notable entre la zona cantábrica y Andalucía.
- Las Lluvias: Las precipitaciones también oscilan entre el Norte y el Sur. Así, en la costa cantábrica hay más precipitaciones que en las costas del Sur.
Influencia de la Distancia al Mar y la Altitud
- La Distancia al Mar (Continentalidad): El mar actúa suavizando las temperaturas de las franjas costeras peninsulares. Sin embargo, su influencia difícilmente alcanza las tierras del interior debido a la presencia de cordilleras que aíslan estas zonas. El mar también favorece las precipitaciones, que disminuyen a medida que nos alejamos de la costa.
- La Altitud: Con la altitud, la temperatura disminuye; en cambio, las precipitaciones aumentan, puesto que las masas de aire húmedo, al ascender por las vertientes montañosas, se enfrían, se inestabilizan y las originan.
Los Paisajes de España
En España, la variedad de climas genera cinco tipos de paisaje principales: cuatro localizados en la Península y uno en el archipiélago canario.
Estos paisajes son:
- El paisaje oceánico o atlántico.
- El paisaje mediterráneo.
- El paisaje de interior (o continentalizado).
- El paisaje de alta montaña.
- El paisaje de Canarias.
Los Paisajes de la España Oceánica o Atlántica
El paisaje oceánico es característico de la fachada occidental del continente europeo y también alcanza el Norte y Noroeste de la Península Ibérica.
El clima oceánico se caracteriza por unas temperaturas suaves tanto en invierno como en verano, debido a la acción reguladora del mar. Las lluvias son abundantes a lo largo del año, a causa de los vientos de procedencia atlántica.
El clima suave y húmedo favorece el crecimiento de:
- Vegetación: Bosques de hoja caduca (robles, hayas y castaños) y extensos prados.
- Economía: Ganadería vacuna destinada a la producción de carne y leche. Los campos se dedican al maíz, los forrajes, la patata y el manzano.
Las zonas atlánticas ganaderas son de población dispersa, pero hoy el paisaje está muy humanizado, con importantes ciudades, puertos, zonas industriales y densas vías de comunicación.
Los Paisajes de la España Mediterránea
El paisaje mediterráneo es propio de las costas e islas europeas bañadas por este mar (España, Sur de Francia, Italia y Grecia). En estas tierras, los veranos son calurosos y secos, debido a la influencia de la masa de aire subtropical. Los inviernos no son excesivamente fríos por la influencia del Mediterráneo. Las lluvias, en general, son abundantes en primavera y otoño.
La vegetación típica son los bosques de hoja perenne, como las encinas, en los que hoy avanza el pinar, y formaciones arbustivas como las garrigas y las estepas. Los cultivos mediterráneos por excelencia son el trigo, la vid y el olivo.
En general, son tierras muy pobladas que hoy atraen mucho turismo, por lo que las ciudades crecen y las urbanizaciones, complejos hoteleros, zonas de ocio y carreteras invaden el territorio.
Los Paisajes de la España Interior (Continentalizada)
Los paisajes de la España interior se localizan en la Meseta Central, Extremadura, la Depresión del Ebro y el interior de Andalucía.
Se da un clima mediterráneo con tendencia continental, con veranos secos y calurosos e inviernos fríos. Las lluvias, que registran mínimos durante el verano, son escasas por la lejanía del mar y la disposición del relieve.
La vegetación debe resistir inviernos duros. Las encinas son abundantes únicamente en Extremadura y en Salamanca, donde aparecen dispersas formando dehesas en las que pastan rebaños de ovejas, toros y cerdos.
La España interior está muy poco poblada. Al tratarse de tierras llanas, las comunicaciones son fáciles, lo que ha permitido un gran desarrollo de infraestructuras.
El hábitat rural tradicional se concentra en pueblos pequeños o de tipo medio, pues los cultivos de secano no exigen la presencia permanente del labrador. Solo hay poblamiento disperso en Andalucía, donde existen grandes cortijos.
Las zonas rurales han sufrido un despoblamiento y se ha producido un envejecimiento de su población.