Geografía de Europa: Relieve, Clima y Demografía
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España en Europa
Características y organización del espacio europeo
Como principales zonas orográficas destacan:
- Cordilleras noroccidentales en el Atlántico
- Extensas llanuras centrales (que van de Francia a Rusia)
- Cordilleras meridionales (que van de Gibraltar a Anatolia)
Y como excepción, Islandia, un fragmento surgido de la gran dorsal atlántica.
En España, la fragmentación del macizo herciniano en Galicia y cuencas hundidas más tarde serán el asiento de las actividades económicas mineras. Las cordilleras alpinas son el resultado de la compresión ejercida por el escudo africano sobre el euroasiático, son cordilleras jóvenes que alcanzan su mayor altitud con 4800 metros en el Mont Blanc. Cuenta con el hundimiento de algunos fragmentos por los que circulan algunos de los grandes ríos. El clima se caracteriza por la moderación térmica, combinando la latitud y la influencia del océano. Se dan promedios anuales de temperaturas entre 10º-15º.
La escasez de barreras orográficas que obstaculicen el avance de las corrientes de aire cargadas de humedad, limitando los rasgos de continentalidad a las regiones más orientales o aquellas cuencas hundidas o al abrigo de montañas. El clima oceánico se caracteriza por: temperatura suave, amplitud térmica escasa, precipitaciones abundantes y bien repartidas, sin estación seca y escasa insolación y con predominio del bosque caducifolio. En el sur se encuentra un clima mediterráneo con: mayor protección orográfica, sequedad (sobre todo en verano), con irregularidad anual y predominio del bosque caducifolio. Los países del Este cuentan con climas con tendencia a la continentalización.
El factor que otorga una personalidad más acusada a los territorios comienza por la Revolución Industrial, supone el momento de inserción de Europa dentro de las áreas desarrolladas, con lo que Europa se convierte en foco de dominio e innovador a escala mundial. Sin embargo, esta supone un punto de inflexión para la construcción de una Europa dualizada, entre espacios desarrollados y áreas atrasadas. La Europa mediterránea y balcánica quedó inicialmente marginada de la revolución industrial, ya que se trata de países agrarios de fuerte arraigo en sus estructuras tradicionales. El establecimiento del telón de acero tras el apresurado reparto de las zonas de influencia aliadas sobre Europa, supuso el surgimiento de una económica planificación centralizada en que el Estado es agente organizador del espacio, que pretende la progresiva desaparición de las desigualdades sociales y espaciales.
Europa es un espacio de contrastes y con un desigual reparto demográfico; pero, así también, presenta un gran disimetría interna en cuanto a que las regiones más densas duplican la media europea. Las causas de este desigual reparto tienen motivos muy distintos: los climas, áreas montañosas, aún así estos no resultan tan determinantes como los factores históricos y especialmente socioeconómicos. Las actitudes que buscaban: mejorar el nivel de vida, una creciente urbanización, ampliar los niveles educativos y la contracepción (no dejar que las mujeres se quedaran embarazadas). Europa central y también países como Italia y España, muestran una tendencia Europa central, pero más recientemente también países como Italia y España, muestran una tendencia al crecimiento cero o saldos negativos: escasísima natalidad, baja mortalidad, elevada esperanza de vida, tasas de mortalidad infantil, retraso de la edad de matrimonio, tardía llegada del primer hijo, elevación de las tasas de celibato (estar soltero), elevación del porcentaje de divorcios, etc…