Geología de España: Eras y Procesos que Moldearon su Paisaje
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La Fascinante Evolución Geológica del Relieve Español
El relieve actual de España es el resultado de una compleja historia geológica que abarca millones de años, caracterizada por la sucesión de distintas fases orogénicas (procesos de formación del relieve) y prolongados periodos de calma.
Era Arcaica o Precámbrico (4000-600 m.a.)
Durante esta era, tuvo lugar la Orogénesis Cadomiense. Surgió una banda montañosa con orientación noroeste-sureste que abarcaba casi toda la actual Galicia, compuesta principalmente por pizarra y gneis. También se formaron elevaciones en el Sistema Central y en los Montes de Toledo. Sin embargo, estos macizos fueron posteriormente arrasados por la erosión.
Era Primaria o Paleozoico (600-225 m.a.)
Esta era estuvo marcada por la Orogénesis Herciniana, que dio origen a cordilleras formadas por materiales silíceos como granito, pizarra y cuarcita. Al oeste, se configuró el Macizo Hespérico, que, tras ser arrasado por la erosión, se convirtió en el zócalo o meseta. En el noroeste, aparecieron los macizos de Aquitania, el Catalano-Balear y el del Ebro, mientras que al sureste se formó el Macizo Bético-Rifeño. Todos estos macizos fueron, a su vez, arrasados por la intensa erosión.
Era Secundaria o Mesozoico (225-68 m.a.)
El Mesozoico fue un periodo de relativa calma geológica, donde predominaron los procesos de erosión y sedimentación. Se produjeron importantes transgresiones y regresiones marinas en el borde oriental de la península, lo que llevó a la deposición de enormes espesores de sedimentos en las fosas marinas.
Era Terciaria (68-1.7 m.a.)
La Era Terciaria fue un periodo de gran actividad tectónica, caracterizado por la Orogénesis Alpina, que provocó transformaciones significativas en el relieve peninsular:
- Surgimiento de las cordilleras alpinas: Se formaron los Pirineos y las Cordilleras Béticas.
- Formación de las depresiones prealpinas: Aparecieron la Depresión del Ebro y la del Guadalquivir.
- Inclinación de la Meseta: La Meseta basculó hacia el Atlántico, lo que explica la dirección de desembocadura de muchos ríos peninsulares en este océano.
- Creación de los rebordes montañosos de la Meseta: Se formaron el Sistema Ibérico, la parte oriental de la Cordillera Cantábrica y Sierra Morena.
- Fracturación del zócalo de la Meseta: El zócalo experimentó fracturas y fallas, dando lugar a bloques levantados (horst) y bloques hundidos (graben). Los horst formaron el Macizo Galaico, la parte occidental de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Central y los Montes de Toledo. Los graben crearon la Submeseta Norte y la Submeseta Sur. Estas fallas también estuvieron asociadas a actividad volcánica en zonas como el Campo de Calatrava, Olot-Ampurdán y el Cabo de Gata.
Era Cuaternaria (1.7 m.a. - actualidad)
Los fenómenos más destacados de la Era Cuaternaria en la Península Ibérica son el glaciarismo y la formación de terrazas fluviales, además de la configuración de las llanuras litorales.
- Glaciarismo: Afectó a las cordilleras más elevadas, dando lugar a dos tipos principales de glaciares:
- Glaciares de circo: Acumulaciones de hielo en la cabecera de los valles, que al fundirse originan lagos.
- Glaciares de valle: Grandes "ríos de hielo" que se forman cuando el hielo acumulado en los glaciares de circo es muy extenso, creando valles característicos en forma de U. En la Península, solo los Pirineos experimentaron glaciares de valle significativos, con un total de 12 sistemas identificados.
- Terrazas fluviales: Franjas planas y elevadas situadas en los márgenes de un río. Su origen se debe a las importantes alteraciones climáticas del Cuaternario. En la Península, las más características son las formadas por los ríos Duero, Tajo, Guadalquivir y Ebro.
- Llanuras litorales: