Giovanni Pierluigi da Palestrina: Misa del Kyrie

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Giovanni Pierluigi da Palestrina

Toda su carrera se desarrolló en Roma, siendo maestro de capilla en la capilla papal de tres papas consecutivos y de varias capillas más de la ciudad de Roma. Su obra es, fundamentalmente religiosa: compuso más de 100 misas, unos 500 motetes y algunos madrigales. Su estilo debe situarse dentro de la escuela romana y en el contexto del Concilio de Trento y de la Contrarreforma. Es, sin duda, el compositor de su época con mayor reputación, y su música se considera la expresión más perfecta del estilo eclesiástico. Se transformó en un modelo a seguir por todos los músicos católicos. Fue publicada en 1567 y compuesta algo antes, coincidiendo con el final Concilio de Trento. Durante mucho tiempo circuló la leyenda de que el Concilio estuvo a punto de prohibir la música en la liturgia, debido a los excesos en el contrapunto de muchos autores, pero gracias a esta misa que compuso Palestrina, el Papa se convenció de que una buena composición no tenía por qué estar reñida con la seriedad de la liturgia ni con la comprensión del texto. Hoy sabemos que esto era solo una leyenda, pero esta misa ha sido siempre uno de los mejores ejemplos de la música que impulsó el Concilio. Es una misa del ordinario, siendo el kyrie la primera de las partes de este ciclo. Por su modo de composición se trata de una misa libre, ya que no está basada en ningún cantus firmus existente, sino totalmente escrita por el autor.

Función

El Kyrie forma parte del rito de entrada, es una preparación inicial de los fieles.

Texto

Está escrito en latín, lengua oficial de la iglesia católica. La letra del Kyrie es una triple invocación ('Señor ten piedad, Cristo ten piedad, Señor ten piedad').

Voces

Toda la misa está compuesta para 6 voces (se duplica el tenor y el bajo), menos una parte del Agnus Dei que es a 7 voces. No intervienen instrumentos (a capella).

Forma

Tiene tres secciones que se corresponden con las tres frases del texto. Cada una de estas secciones tiene su propia música, lo cual es característico del motete.

Textura

Todo el fragmento sigue la técnica del contrapunto imitativo: las voces van imitando el mismo motivo musical variando la medida o la altura y se van secuenciando, de tal modo que cuando unas voces están cadenciando, otras comienzan o están en pleno desarrollo. Esto confiere a la obra un ritmo muy fluido. Por otra parte, se trata de un contrapunto no muy exagerado para favorecer la comprensión del texto.

Melodía y ritmo

La melodía está construida con pequeños motivos identificables que van pasando de una voz a otra (imitación). El ritmo está compuesto por los ritmos de las voces individuales más otro ritmo colectivo que surge de las entradas sucesivas de cada voz lo cual da una sensación de agilidad o fluidez. Es típico del estilo de Palestrina esta regularidad rítmica suavemente marcada. Es una obra muy interpretada. El principal problema que se plantea es que, en su época, las voces agudas (sopranos y contraltos) eran interpretadas por castrati. En la actualidad, estas partes se interpretan por voces femeninas o por contratenores, que recuerdan más al timbre original.

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