Goya e Impresionismo: Retratos Psicológicos y la Revolución Artística del Siglo XIX
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Goya: Retratos Psicológicos y la Cuarta Etapa Artística
En la cuarta etapa de su carrera, coincidiendo con el retorno de Fernando VII, Goya profundiza en la creación de retratos psicológicos, caracterizados por:
- La presentación de la personalidad y la vanidad del individuo, impulsado por un deseo narcisista de trascender en el tiempo y alcanzar la inmortalidad.
- El anhelo de conocerse a sí mismo y de mostrarse al público en sus distintas facetas y con infinidad de matices. Esta es una acción reflexiva en la que “artista y modelo se identifican”. El espejo juega un papel importante como instrumento necesario en el proceso de elaboración del cuadro, y en simbiosis con la propia obra de arte y la idea del rostro como espejo del alma.
Obras Destacadas de Goya en esta Etapa
De este periodo destacan obras como: La Tauromaquia, La última comunión de San José de Calasanz, La familia de Carlos IV, La carga de los mamelucos, entre otras.
Las Pinturas Negras de Goya
Posteriormente, Goya crea sus Pinturas Negras, consideradas sus obras más personales. En ellas, el color desaparece y representan una crónica sombría de España. Ejemplos notables incluyen: Saturno devorando a sus hijos y Viejos comiendo sopa.
El Impresionismo: Revolución en el Arte Europeo
El Impresionismo es considerado el fenómeno más importante del arte europeo desde el Renacimiento. Este movimiento sustituye los artificios visuales tradicionales (como la perspectiva o el uso convencional del color) y se caracteriza por:
- Una época en la que todo era cuestionado en el ámbito artístico.
- Un cambio hacia el arte perceptivo, basado en la experiencia visual directa.
- La sustitución del arte conceptual; los impresionistas pintaban la naturaleza tal y como la percibían, no como una realidad estable o idealizada.
- La búsqueda de las últimas consecuencias del realismo.
- El intento de captar la realidad en un momento concreto.
- La práctica de pintar al aire libre con una técnica ligera y rápida.
- Ser el primer movimiento artístico moderno unido por un grupo de pintores con objetivos comunes, que se oponían al mundo artístico establecido.
- Un profundo interés por el color y los reflejos de la luz en el paisaje y sus variaciones, facilitado por la invención de los tubos de estaño para la pintura.
- Su fructificación y desarrollo principal en París.
- El abandono de los talleres por parte de sus integrantes para pintar al aire libre en busca de la captación atmosférica.
- La aplicación del color en pequeñas manchas sueltas y brillantes, sin mezclar los colores en la paleta.
- Temas recurrentes como paisajes, retratos, figuras y bodegones.
Artistas Clave del Impresionismo
Édouard Manet (1832-1883)
Considerado un precursor del Impresionismo por su pincelada rápida y limpia. Recibió influencia de Courbet, pero pronto se distanció para interesarse por las variaciones de la luz como generadora del color. Manet sentía una gran admiración por Velázquez, Goya, Rafael, Tiziano y el arte japonés.
Obras destacadas: Olimpia, El almuerzo en la hierba, El pífano.
Claude Monet (1840-1926)
Se dedicó principalmente al paisaje, a menudo junto a Renoir. Para Monet, la luz crea el color y la forma. Su temática se centra en escenas marinas, fluviales y paisajes, en los que refleja las variaciones creadas por la luz natural a lo largo del día.
Obras destacadas: Catedral de Rouen (serie), Los nenúfares (serie), Impresión, sol naciente.
Pierre-Auguste Renoir (1841-1919)
Con experiencia previa como pintor de porcelanas, lo que explica el carácter translúcido de su pintura. Renoir mostró un gran interés por la luz y los matices del color, utilizando pinceladas dinámicas y borrosas.
Sus cuadros se caracterizan por un riquísimo colorido, llenos de encanto y gracia. La figura femenina está cada vez más presente en sus composiciones, con un ideal de formas rotundas y voluminosas, rostro rosáceo, mejillas encendidas y labios carnosos.
Tras su viaje a Italia, se alejó de las técnicas puramente impresionistas, prestando más interés al dibujo, con contornos más definidos y tonos más suaves.
Obras destacadas: El almuerzo de los remeros, Baile en el Moulin de la Galette.