Gracián y el Barroco: Un Análisis de su Prosa y Filosofía

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Gracián: Prosa del Siglo XVII

Baltasar Gracián, figura destacada del siglo XVII, representa un hito en la prosa de la época. Nacido en 1601, su obra refleja la influencia del barroco, especialmente la segunda generación. Fue jesuita.

Conflicto y Publicaciones

Gracián desafió las normas de la Compañía de Jesús al publicar sus libros sin la aprobación requerida. Utilizó el pseudónimo Lorenzo Gracián, supuestamente hermano de Baltasar.

Pasiones y Carácter

Su vida estuvo marcada por protectores y enemigos. El caballero de Huesca fue un importante protector, ofreciéndole refugio y apoyo. Gracián, de carácter difícil, irascible y rebelde, se sentía frustrado como poeta, cortesano y político. Su visión pesimista del mundo se refleja en sus obras.

Obras Formativas

En su juventud, Gracián ofreció normas para triunfar en el mundo a través de obras como: El héroe, El político, El discreto y El oráculo. Estas obras formativas enseñan a triunfar en el barroco mediante el Arte de la prudencia. La prudencia, para Gracián, implica esconder parte de lo que se es y representar lo que se quiere ser.

Dualidad y Filosofía

Gracián tenía una visión dual del mundo, combinando su rol de sacerdote y jesuita con la filosofía estoica. Esta dualidad generó el concepto de alterutrum, donde todo tiene su opuesto: sabio-ignorante, valiente-cobarde, rico-pobre.

Visión Negativa del Mundo

Gracián tenía una visión negativa del mundo, criticando la tontería universal. Su pesimismo, aunque a veces interpretado como un juego intelectual, es evidente en su obra.

Fuentes

Sus fuentes incluyen la Biblia, la literatura árabe, filósofos como Séneca y Lucano, y los emblemas de Arciato. El Criticón está montado sobre un cuento árabe.

Estilo

El estilo de Gracián varía según el género. En sus cartas, utiliza un estilo familiar y sencillo. En obras como El político don Fernando el Católico, emplea un estilo académico y oratorio. Su obra cumbre, El Criticón, presenta un estilo barroco rico y adaptado a su producción. Su ideal es la brevedad: "lo bueno, si breve, dos veces bueno".

Destinatarios

Gracián se dirigía a una minoría selecta y educada, similar a Góngora, despreciando al vulgo. Su conceptismo valora el concepto sobre cualquier otra cosa, buscando que el lector capte las asociaciones de ideas y las imágenes ocultas en la realidad.

Estilo Retorcido

Su estilo es retorcido, con un léxico que busca múltiples significados, jugando con el intelecto del lector.

Personajes

Los personajes de Gracián son simbólicos, como autómatas que representan ideas y conceptos, movidos por impulsos cerebrales. También utiliza personajes alegóricos, personificando abstracciones.

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