Las Tres Gracias de Rubens: Obra Cumbre del Barroco Flamenco
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- Nombre: Las tres Gracias
- Autor: Rubens
- Estilo: Barroco flamenco
- Cronología: 1639
- Técnica: Óleo sobre tabla
- Localización actual: Museo del Prado (Madrid)
- Tema: Las tres Gracias, representadas como tres jóvenes desnudas o cubiertas con finas gasas, forman un círculo según el modelo tradicional de la Antigüedad clásica.
Análisis Formal
El dibujo enérgico y seguro se aprecia bajo las pinceladas largas. El color de la blanca desnudez se consigue mediante la combinación de los tres colores primarios (rojo, amarillo y azul). Una espléndida luminosidad invade la escena, que tiene lugar en el exterior.
Composición
Rubens pintó el tema de las tres Gracias en diversas ocasiones, pero solo en esta versión adoptó las formas tradicionales de la Antigüedad clásica: las tres figuras entrelazadas forman un pequeño círculo, de manera que una de ellas da la espalda al espectador.
Las mujeres, rotundas y en primer plano, están desnudas. Podemos apreciar una gran delicadeza en los gestos de estos personajes femeninos, que aparecen a punto de empezar una danza, como indica el hecho de que retrasen el pie derecho.
En el fondo, un paisaje idílico de animales que pacen. La escena se enmarca en una guirnalda de flores, un tronco y una rama de árbol, y un cupido con el cuerno de la abundancia vertiendo agua.
Análisis Iconográfico
Contenido
El tema que inspiró esta obra de Rubens proviene de la mitología griega, según la cual, las tres Gracias (Eufrosina, Talía y Aglae), hijas de Zeus, eran las diosas del encanto, la alegría y la belleza.
Acompañaban a las divinidades del amor, Afrodita y Eros, y presidían los banquetes, las danzas y el resto de los actos sociales placenteros.
En un principio se representaban a las tres Gracias como doncellas vestidas que se abrazaban con las manos, pero con el tiempo fueron apareciendo desnudas y llevando atributos musicales o florales.
Es muy posible que la referencia a las fuentes clásicas fuera un pretexto para realizar un desnudo femenino, que Rubens pintó de acuerdo a los ideales estéticos de la época, tan alejados de los actuales.
La Gracia de la derecha se identifica con la primera mujer del pintor, Isabella Brandt; se considera que la de la izquierda es Hélène Fourment, su segunda esposa, que ya había retratado en multitud de ocasiones.
El Autor
La pintura de Rubens destaca por la sensualidad, el peculiar dinamismo y los colores cálidos aprendidos de Tiziano y de la escuela veneciana, las formas hercúleas y robustas inspiradas en Miguel Ángel y el tratamiento de la luz basado en Caravaggio.
Para satisfacer las peticiones de su numerosa clientela, Rubens tuvo que abrir un taller en el cual trabajaron numerosos artistas de renombre (Van Dyck, Jordaens, etc.). El maestro elaboraba la composición y los bocetos que luego se ejecutaban a tamaño definitivo por los ayudantes. Finalmente, Rubens remataba la obra.
El pintor flamenco trató con idéntico éxito todos los géneros: retrato, escenas de género, paisajes, pintura religiosa, mitológica, histórica y alegórica. Su arte influyó en tendencias y artistas tan dispares como Watteau,