Grandes Conflictos de la República Romana: Sertorio, Triunviratos y el Legado de Octavio
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La Guerra de Sertorio: Un Desafío a Roma en Hispania
Quinto Sertorio, un general y político romano de gran importancia, se enfrentó a Roma en Hispania, desfavoreciendo los intereses de la República. Esta contienda fue combatida por Pompeyo y, más tarde, Craso los venció en el 71 a.C.
El Primer Triunvirato y la Guerra Civil Romana
Tras algunos años de conflictos internos, Cneo Pompeyo Magno, Marco Licinio Craso y Cayo Julio César firmaron un pacto político conocido como el Primer Triunvirato. César consiguió, después de su consulado en el 59 a.C., el gobierno de la Galia. Conquistó la parte independiente y le prorrogaron el mando varias veces.
Tras la muerte de Craso y la ruptura de la alianza entre César y Pompeyo, al primero no le renovaron el gobierno de la Galia. César se negó a renunciar a él, por lo que se dirigió a Roma con su ejército. Cuando cruzó el río Rubicón (49 a.C.), se inició una guerra civil entre los partidarios de César y el partido senatorial, dirigido por Pompeyo.
César venció a Pompeyo, quien huyó a Egipto donde fue asesinado, y poco después a sus partidarios. César se hizo nombrar dictador vitalicio, tenía imperium de forma permanente y se comportó con clemencia con sus antiguos enemigos, pero estos lo odiaban porque veían que su poder disminuía cada vez más.
El Segundo Triunvirato y el Ascenso de Octavio
Tras el asesinato de César, se dio un periodo de luchas intestinas por el poder. Marco Antonio, seguidor de César; Octavio, sobrino de César y adoptado por él en su testamento; y Lépido formaron un Segundo Triunvirato para enfrentarse al partido senatorial, liderado por Casio y Bruto.
Los triunviros realizaron una lista de proscripciones para acabar con sus enemigos y hacerse con sus posesiones. Vencieron a los ejércitos de Casio y Bruto, quienes se suicidaron.
Los triunviros se repartieron el poder: Marco Antonio obtuvo el gobierno de las provincias de Oriente; Octavio, el de los territorios europeos y Roma; y Lépido, el de África. Hubo distintos desacuerdos entre Octavio y Marco Antonio, aliado con Cleopatra, reina de Egipto. Finalmente, estalló la guerra en el 31 a.C.
El ejército de Octavio venció a Antonio y Cleopatra en una batalla naval en Actium. Al ser derrotados, estos se suicidaron. El gobierno de Roma quedó en manos de Octavio.