Grandes Hitos y Culturas de la Edad Media: Islam, Crisis y Convivencia en la Península Ibérica
Clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 4,65 KB
Mahoma: Origen y Expansión del Islam
Mahoma, profeta del islam. La religión islámica tuvo su origen en Arabia, una península desértica situada en Oriente Medio. La mayoría de sus habitantes vivían en tribus cerca de los oasis. Eran politeístas y peregrinaban a La Meca, donde se albergaba la piedra sagrada, la Kaaba.
Mahoma nació en La Meca en el año 570. A los 40 años, el arcángel Gabriel le anunció que era el nuevo profeta elegido por Alá para predicar el islam. En el año 622, tuvo que huir de La Meca y se refugió en la ciudad de Medina. Este evento, conocido como la Hégira, marca el inicio de la era musulmana. Para entonces, la mayoría de los árabes eran musulmanes y la península arábiga se había unificado políticamente. El libro sagrado de los musulmanes es el Corán.
Crisis del Siglo XIV: Hambre, Guerra y Peste
El Hambre, la Guerra y la Peste. Desde principios del siglo XIV, Europa experimentó una crisis agraria debido a una sucesión de malas cosechas, un clima desfavorable y el cultivo de tierras de baja calidad. La consecuencia fue la disminución de la producción de trigo y la expansión del hambre por todo el continente.
A este problema se unieron los daños provocados por las frecuentes guerras entre señores feudales o entre monarcas. Las tierras eran saqueadas, y en los bosques se refugiaban bandoleros que aumentaban la inseguridad en los caminos. En 1347, la Peste Negra asoló Europa.
La Ocupación del Territorio: La Repoblación
Se denomina repoblación a la ocupación de las tierras que se habían mantenido deshabitadas o que los reyes cristianos habían arrebatado a los musulmanes. Las tierras conquistadas se convertían en propiedad del rey, quien las entregaba a los nobles como pago por sus servicios militares y a los monjes para que fundaran monasterios o las repartieran entre los campesinos libres.
Los nuevos repobladores procedían de los primeros núcleos cristianos. También había cristianos mozárabes atraídos por privilegios como: libertad personal, exención de impuestos y prestaciones militares. Estos beneficios quedaban recogidos en una carta de poblamiento.
Las Comunidades Judías en Al-Ándalus
En las ciudades de Al-Ándalus vivían importantes minorías de judíos. Cuando los reyes cristianos ocuparon los territorios andalusíes, estas comunidades judaicas permanecieron en las ciudades conquistadas y se convirtieron en médicos, consejeros, prestamistas, científicos y traductores.
Habitaban en barrios separados, llamados juderías, en los que se encontraba la sinagoga, su centro de oración. Pagaban unos impuestos especiales y gozaban de autonomía administrativa y judicial.
Los Mozárabes: Cristianos en Al-Ándalus
Tras la invasión musulmana de la Península Ibérica y la constitución de Al-Ándalus, parte de la población cristiano-visigoda se convirtió al islam. Otros, sin embargo, permanecieron fieles al cristianismo, siendo conocidos como mozárabes.
Los gobernantes andalusíes permitieron a los mozárabes practicar la religión cristiana y vivir bajo sus propias leyes. A cambio, se les exigía el pago de unos tributos y el acatamiento de su autoridad.
A medida que avanzaba la Reconquista, muchos mozárabes emigraron hacia el norte, repoblaron las tierras conquistadas y desarrollaron un estilo de construcción propio, conocido como arte mozárabe, que mezcla la influencia visigótica, islámica y cristiana.
Los Mudéjares: Legado Musulmán en Reinos Cristianos
Se denominó mudéjares a los musulmanes que permanecieron en los reinos conquistados por los reyes cristianos. Los monarcas les permitieron mantener su religión, sus pertenencias y sus oficios, acogiéndolos bajo su protección.
A cambio, tenían que pagar unos tributos especiales y, en ocasiones, se les obligó a permanecer en barrios apartados y aislados, conocidos como morerías. Su número fue muy elevado, y su presencia en los reinos cristianos hispánicos dio lugar a una enorme influencia de la cultura musulmana.
La lengua castellana adoptó numerosas palabras de origen árabe (por ejemplo, alhaja, alfombra, acequia, alcachofa, etc.). También fueron aportaciones suyas las técnicas de regadío y muchos conocimientos científicos y médicos de la España medieval.
Los artesanos mudéjares aportaron a la construcción y decoración de edificios góticos, y sus formas artísticas musulmanas dieron origen a un estilo peculiar en la Península Ibérica: el arte Mudéjar.