Grandes Obras Épicas: Un Recorrido por la Literatura Heroica Medieval y Clásica

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La Épica Medieval: Características y Transmisión Oral

Los cantares de gesta son obras informativas, de autor anónimo, que narran las hazañas de los héroes. Escritos en versos de arte mayor, eran transmitidos de forma oral a través de los juglares. En ellos aparecen epítetos épicos, repeticiones y fórmulas que facilitaban su memorización.

La Épica Germánica: Mitos y Hazañas Legendarias

Los pueblos germánicos dieron a conocer leyendas que conservaban temas míticos y hazañas históricas. Podemos destacar obras como el Cantar de Hildebrando y el Cantar de Ludovico. El más importante es el Cantar de los Nibelungos, que cuenta la historia de un héroe, Sigfrido (inmune por bañarse en la sangre del dragón), quien se enamora de Crimilda (hermana del rey Gunther). El rey, a cambio de la mano de su hermana, le pide ayuda para conquistar a Brunilda (a quien Sigfrido ayuda haciéndose invisible). Crimilda le revela a Brunilda que fue engañada, y Brunilda se venga contándole el punto vulnerable de Sigfrido al caballero Hagen, quien finalmente lo asesina.

La Chanson de Roland: El Honor Carolingio

Francia es el país que más cantares de gesta contiene, los cuales giran en torno a tres ciclos. El ciclo más conocido es el Carolingio. El Cantar de Roland (o Chanson de Roland) es el más célebre y narra la historia de cómo el sobrino de Carlomagno es derrotado, debido a su valentía y juventud, a manos de los vascos. Más tarde, su tío Carlomagno venga su muerte.

La Épica Castellana: El Cantar de Mio Cid

El cantar más representativo de la épica castellana es el Cantar de Mio Cid. Debió ser escrito hacia 1140, pero la copia que nos llega es de 1307, realizada por Per Abbat. Consta de 3.730 versos de métrica irregular y rima asonante. Este cantar se divide en tres partes:

  • El Cantar del Destierro: El Cid es desterrado y busca la manera de regresar a su patria y recuperar su honra.
  • El Cantar de las Bodas: El Cid emparenta a sus hijas con los infantes de Carrión, quienes las humillan.
  • El Cantar de la Afrenta de Corpes: El Cid pide ayuda al Rey, quien casa a sus hijas con otros infantes, recuperando así su honra.

La Materia de Bretaña y el Ciclo Artúrico: Caballeros y Leyendas

A diferencia de los cantares de gesta, estas obras tienen autor conocido y un estilo más cuidado, dirigido a un público más minoritario. Escritas en versos pareados octosílabos de rima consonante, suelen tratar asuntos cortesanos, en los que un caballero realiza hazañas en honor de su dama. Los autores más característicos de esta época son el monje bretón Godofredo de Monmouth, quien en su obra Historia de los Reyes de Bretaña habla de Arturo, rey de los Bretones durante la primera mitad del siglo VI. El ciclo artúrico fue continuado por el novelista francés Chrétien de Troyes, autor de obras como Lancelot, Perceval o El Caballero del Carro. Estos poemas caballerescos fueron el origen de las posteriores novelas de caballerías que alcanzaron gran éxito y difusión en España, con ejemplos como Amadís de Gaula y El Quijote.

La Épica Griega: Homero, la Ilíada y la Odisea

El origen del mito de Ulises está en un conjunto de poemas épicos de la Antigua Grecia conocido como el Ciclo Troyano. Su autor es Homero, un poeta griego, quien escribió la Ilíada y la Odisea. En estas dos obras se narran la Guerra de Troya y el regreso de Ulises a su patria. En la primera obra, la Ilíada, se cuenta la Guerra de Troya, que duró diez años. La Odisea, por su parte, relata el largo y arduo viaje de regreso de Ulises a Ítaca.

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