Grandes Poetas Líricos del Siglo XVI Español: Garcilaso, Fray Luis, San Juan
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La Lírica Castellana en la Primera Mitad del Siglo XVI
La corriente que mejor expresara el espíritu del Renacimiento será la que trata el sentimiento amoroso desde un punto de vista espiritual, inspirada en la obra del poeta italiano Petrarca. El poeta más representativo de ese tipo de lírica es Garcilaso de la Vega.
Garcilaso de la Vega
Vivió en la época de Carlos I. Combinó las actividades guerreras con las literarias, por lo que se le considera un modelo del ideal humano del Renacimiento, pues presenta la armonía entre acción y pensamiento.
Expresó en su poesía varios temas relacionados con su vida privada: la amistad, la guerra y el destierro. El tema más tratado, sin embargo, es el amor que sintió por Isabel Freyre, una dama de la corte. Para explicar los distintos estados de su experiencia amorosa, que no siempre fue feliz ni correspondida, el poeta se vale de la mitología y de la naturaleza, y emplea versos endecasílabos y heptasílabos.
La obra de Garcilaso es breve pero excelente. Se compone de:
- 38 sonetos
- 5 canciones
- 2 epístolas
- 2 elegías
- 3 églogas (entre las que destaca la Égloga I)
La Lírica Castellana en la Segunda Mitad del Siglo XVI
En España se inició la Contrarreforma, movimiento religioso a lo largo del cual se intensificó la defensa del catolicismo y se persiguieron las conductas sospechosas. Como consecuencia de esta circunstancia histórica, se produjo un surgimiento de la literatura religiosa, cuyos autores más representativos son Fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
Fray Luis de León
Llevó una vida pública intensa y llena de rivalidades y enfrentamientos de carácter ideológico. Los temas mejor tratados en su obra lírica son los relacionados con el deseo de paz espiritual y de armonía con el universo creado por Dios. Va realizando su deseo a través de la audición de la música de su amigo Salinas, como en la Oda a Francisco Salinas; otras veces lo consigue mediante la contemplación de la naturaleza, como en Noche serena o Vida retirada.
San Juan de la Cruz
Es, junto con Santa Teresa de Jesús, el mejor representante de la poesía mística en lengua castellana. La mística expresa la experiencia espiritual de sentirse unido a Dios. Para explicar el proceso que el alma sigue hasta unirse a Dios, San Juan emplea expresiones y símbolos propios del lenguaje amoroso. En el poema Noche oscura del alma, el alma es una muchacha que, durante la noche, sale a encontrarse con su Amado, que es Dios.