La Guerra Civil Española (1936-1939)

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Contexto

La Guerra Civil Española (1936-1939) fue un conflicto armado que enfrentó a dos bandos: el bando republicano, que defendía la Segunda República Española, y el bando nacional, que se sublevó contra ella.

Apoyos a cada bando:

  • Bando Nacional:
    • Políticos: falangistas, carlistas, monárquicos (Renovación Española), catalanistas conservadores y la CEDA.
    • Ideológicos: la iglesia, que convirtió la contienda en una Santa Cruzada contra los enemigos de la civilización cristiana.
  • Bando Republicano: contó con el apoyo de todos los partidos de izquierdas.

Fuerzas en combate:

El ejército rebelde, compuesto por los que respondieron al llamamiento de Franco, contaba con más hombres y, sobre todo, con el muy disciplinado y profesional ejército de Marruecos, al que se le sumaron los falangistas y carlistas (requetés), ambos también bien armados y disciplinados. En resumen, un ejército bien armado y disciplinado frente a unas milicias populares sin experiencia ni preparación.

Desarrollo de la Guerra

El desarrollo de la guerra puede estructurarse en tres fases, a lo largo de las cuales fue creciendo el territorio dominado por las fuerzas rebeldes.

1) Julio de 1936 – Mediados de 1937

El alzamiento tuvo lugar en Marruecos, a donde llegó el general Franco el 18 de julio para ponerse al frente de las tropas. Éstas fueron trasladadas a la península en aviones italianos y barcos alemanes. Al mismo tiempo se sublevaron los mandos militares de otras ciudades españolas, pero fracasaron en la mayor parte de las grandes ciudades, especialmente en Madrid (Fanjul, Cuartel de la Montaña) y Barcelona.

El objetivo fundamental de los insurrectos era avanzar en columnas hacia Madrid desde el norte (Mola al mando de los “Requetés”) y desde el sur (Franco al mando de las tropas de África), pero fracasaron por la buena defensa de la capital organizada por los generales Miaja y Rojo, y por el retraso de las tropas de Franco que se desviaron para ocupar Toledo. En febrero de 1937, viendo Franco que la toma de Madrid era imposible de manera frontal, trata de rodearla por el sur, pero después de doce días de combates no se llegó a ninguna solución definitiva. Por el norte, los insurrectos fueron detenidos por columnas de milicianos procedentes de Madrid.

2) Mediados de 1937 – Verano de 1938

Un nuevo intento fracasado por tomar Madrid, en el que las tropas italianas fueron detenidas en Guadalajara, hizo que el autodenominado ejército nacional centrara sus principales operaciones en la conquista del norte de la península a fin de controlar las zonas industriales y proveedoras de materias primas.

Los republicanos intentaron una ofensiva, pero finalmente Aragón y Castellón fueron ocupadas por los rebeldes en la primavera de 1938, con lo que la España republicana quedó rota en dos unidades.

3) Verano de 1938 – Abril de 1939

En julio, el general Vicente Rojo intentó una ofensiva decisiva en el Ebro, en la que se jugó el todo por el todo. Gandesa fue la batalla más larga y sangrienta de la guerra. La definitiva derrota del ejército rojo dejó despejada la ruta hacia Cataluña para Franco.

En los meses siguientes y casi sin resistencia, caía Barcelona y, después, Madrid, Valencia y el resto de las ciudades que permanecían con la República. El 1 de abril la guerra se declaró por terminada.

La Represión

Paralelamente a las operaciones bélicas, en ambas zonas se procedió a una durísima represión de los adversarios. Por parte de los nacionales, en una represión oficial, organizada y de carácter ejemplarizante, fueron fusilados todos aquellos que se habían opuesto al alzamiento o que, en época republicana, habían participado activamente en asuntos políticos o sindicales de pretensiones reformistas. En el bando republicano, consistió en una liquidación incontrolada de curas, terratenientes y, en general, todo aquel que pudiera ser considerado como enemigo de las aspiraciones revolucionarias populares.

Conclusión

En conclusión, la Guerra Civil Española constituye el más importante y más trágico de los hechos históricos españoles del siglo XX.

Puede considerarse como el violento resultado final de las fuertes tensiones sociales resultantes de la particular evolución histórica de nuestro país. Sin que pueda desligarse del contexto de una Europa sumida en la depresión.

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