Guerra Civil Española: Dinámicas Políticas, Económicas e Internacionales
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A falta de una dirección única debido a la división entre republicanos y anarquistas, el bando republicano llevó a cabo una revolución social, con una participación en la guerra a través de milicias sin disciplina.
Inestabilidad Política en el Bando Republicano
Los gobiernos de Casares Quiroga y Martínez de Barrio dimitieron tras negarse a dar armas al pueblo por miedo a una revolución. El poder pasó a Giral, pero su incapacidad le obligó a dimitir. Largo Caballero lideró una coalición de izquierdas, pero cayó en la crisis de mayo de 1937. Negrín, un socialista moderado, asumió el gobierno y negoció una paz favorable; sin embargo, tras ser acusado de derrotista, dimitió. Ante el inexistente frente catalán, el General Casado se sublevó aplastando la resistencia del gobierno.
Organización Política en el Bando Nacional
Por otro lado, en el bando nacional no se organizó un sistema político hasta octubre de 1936. Franco rehízo la Falange dando lugar a FET y de las JONS el 19 de abril de 1937.
Situación Económica Durante la Guerra
En cuanto a la situación económica, el gobierno republicano controlaba zonas industriales, pero tenía carencias agrícolas. Estos emitían deuda pública y pagaban a la URSS con reservas de oro. Por su parte, los sublevados disponían de tierras y se industrializaron en la franja cantábrica. Para ello, se ayudaron de propietarios rurales y grandes financieros, sobre todo Italia y Alemania.
Interpretaciones Historiográficas
Los historiadores plantean la guerra bien como un conflicto marginal con interés secundario para las grandes potencias de la época, o como un prólogo de la Segunda Guerra Mundial, un enfrentamiento de ideologías: fascismo, comunismo y democracia.
Intervención y No Intervención Internacional
La república intentó que la Sociedad de Naciones interviniera en contra de Italia y Alemania, pero tuvo que esperar un año para su aprobación, aunque finalmente no fue aplicada. Francia y Gran Bretaña prohibieron la venta de material militar con destino a España, lo que significó el punto de partida para la creación del Comité de No Intervención, con el objetivo de no internacionalizar el conflicto. Por otra parte, presionada por Gran Bretaña, que apoyó la neutralidad, la Francia socialista suspendió su ayuda y acabó siendo el país de acogida. EE.UU. fue neutral sin vender armas a España, aunque algunas empresas sí abastecieron al ejército franquista.
Apoyo a los Sublevados
Los países fascistas que respaldaron a los sublevados fueron Alemania, Italia y Portugal. Alemania ofreció ayuda militar y financiera para probar su maquinaria y por estrategia. Italia brindó ayuda vital y financiación, con Mussolini motivado por el control del Mediterráneo. Portugal contribuyó con voluntarios y territorio para operaciones militares, aunque su aportación fue menor.
Apoyo a la República
La República recibió ayuda solo de la Unión Soviética y México. La URSS comenzó su ayuda en octubre de 1936, proporcionando hombres, material y asistencia técnica y logística. A cambio, España ofreció sus reservas de oro debido a la exigencia de pago por adelantado, aunque el valor económico de la ayuda superó este pago. México también envió municiones y fusiles de su ejército. Las Brigadas Internacionales, compuestas por voluntarios de diversas nacionalidades, lucharon contra el fascismo, centrando su contribución en la defensa de la capital y Guadalajara. En 1938, ante la inevitable derrota, abandonaron España para facilitar las negociaciones de paz.