La Guerra Civil Española: Dinámicas Políticas y Repercusiones Globales
- Evolución Política en las Dos Zonas de la Guerra Civil Española
La Zona Republicana: Revolución y Desunión
El levantamiento militar desencadenó un proceso revolucionario. El nuevo gobierno, dirigido por José Giral, fue incapaz de imponer su autoridad y los poderes locales se desplazaron. En España se crearon comités revolucionarios, lo que hizo que el bando republicano careciera de unidad política, acentuándose con el paso del tiempo. La desunión provenía de los proyectos de los distintos grupos: para los anarquistas, la victoria de la guerra y la revolución socioeconómica eran procesos paralelos; sin embargo, para socialistas y comunistas, la revolución debía aplazarse hasta derrotar al enemigo.
En Madrid y Barcelona, las actividades fueron socializadas y dirigidas por comités sindicales de la UGT o la CNT. La vida cotidiana estuvo marcada por el hambre, el caos económico y los ataques aéreos.
En septiembre de 1936, Largo Caballero asumió la presidencia de un gobierno integrado por socialistas, comunistas, republicanos, anarquistas y nacionalistas. Sus objetivos fueron:
- Reforzar la disciplina militar.
- Frenar las colectivizaciones.
Sin embargo, en Cataluña y el País Vasco no se podía centralizar el poder. En febrero de 1937, los comunistas incrementaron su influencia por el respaldo de la URSS. Esta política culminó en mayo de 1937 con el nombramiento de Juan Negrín como presidente del gobierno, quien compartía los planteamientos del PCE y optó por prescindir de anarquistas y sindicatos. Esta decisión llevó a enfrentamientos armados en Barcelona.
El nuevo gobierno llevó a cabo la centralización, anulando comités y recuperando el poder. Negrín optó por continuar la guerra. Aun así, el desmoronamiento del gobierno republicano se aceleró. En febrero de 1939, Azaña presentó su dimisión como presidente de la República. El coronel Casado se rebeló contra el gobierno de Negrín. Casado, junto con Besteiro y Miaja, pactaron la rendición con Franco.
La Zona Nacional: Unificación y Autoritarismo
Los sublevados carecían de un proyecto político definido, pero se pusieron de acuerdo para llevar a cabo la unificación del mando de las tropas y que el poder estuviera en un único jefe. Los principales militares se reunieron en septiembre de 1936, nombraron a Franco jefe de gobierno y le otorgaron poderes absolutos militares y políticos.
En 1937, Franco se negó a reponer a Alfonso XIII y encargó a Serrano Suñer la dirección de los asuntos políticos mientras él se concentraba en la guerra. Los objetivos del nuevo gobierno fueron:
- Derogar la legislación y reformas republicanas.
- Defender intereses.
- Construir las bases de un nuevo estado autoritario.
Principales disposiciones:
- Anulación de la Ley de Reforma Agraria.
- Prohibición de partidos políticos y sindicatos.
- Creación en 1937 de un partido único: la FET y de las JONS.
- Supresión del derecho de huelga en 1938.
- Anulación de la libertad de expresión.
- Abolición de los estatutos de autonomía regionales.
La Iglesia no había participado directamente, pero sí prestó apoyo ideológico y propagandístico a los sublevados. Los obispos defendieron el conflicto como una Santa Cruzada para salvar la civilización cristiana, y Franco pasó a ser considerado un Caudillo providencial. Al acabar la guerra, el nuevo Estado garantizó a la Iglesia una situación privilegiada.
Dimensión Internacional: La Intervención Extranjera
La intervención de potencias extranjeras condicionó el resultado de la Guerra Civil. En 1936, por iniciativa de Francia y Gran Bretaña, se creó un Comité de No Intervención. Este comité buscaba un compromiso para que el conflicto no se extendiese a Europa.
Hitler envió material bélico. Su implicación se debió a razones económicas y estratégicas. Mussolini ayudó con aviones y cañones; la razón era la búsqueda de un aliado en el Mediterráneo. Portugal ayudó con un grupo de hombres, los Viriatos. Franco pagó a los alemanes con hierro y wolframio.
La República solicitó ayuda a Francia y Gran Bretaña, pero estas fueron neutrales. Los franceses ayudaron a la República con la venta de armas, pero ante el fracaso, los republicanos se pusieron en contacto con la URSS para comprar armamento. Stalin envió aviones. Su objetivo era contrarrestar la actuación de Alemania e Italia. Los soviéticos, a través del Komintern, impulsaron la creación de las Brigadas Internacionales con el objetivo de detener el fascismo. El gobierno republicano tuvo que pagar por esta ayuda. Personalidades como Malraux y Mann se solidarizaron con los republicanos.
Consecuencias de la Guerra Civil Española
- Demográficas: Muchas víctimas y exiliados a Francia.
- Políticas: Muchos franquistas ingresaron en la cárcel; los vencidos fueron marginados y obligados a trabajos forzados.
- Económicas: Destrucción de viviendas e infraestructuras; desaparición de las reservas del Banco de España.
- Internacionales: Estancamiento en el desarrollo político y económico.