De la Guerra al Deporte: Orígenes Filosóficos de la Competición Humana

Perspectivas Filosóficas sobre la Guerra y el Deporte

h3>La Visión de Aristóteles

Aristóteles considera que la guerra es un hecho natural y, en consecuencia, también lo era el derecho del más fuerte a imponerse al más débil. Abundantes opiniones señalan que no solo hay prácticas físicas que tienen su origen en lo militar, sino que presentan al deporte como una simple domesticación de la guerra; es decir, muchas prácticas han perdido su significación guerrero-militar y han pasado al ámbito deportivo.

h3>La Teoría de Hobbes

Para Hobbes, en el estado de naturaleza del ser humano, no hay justicia ni moralidad. El único criterio de actuación es el egoísmo y el único bien, la propia conservación. Esto supone, como origen de la sociedad, una situación de guerra de todos contra todos, en la cual los individuos persiguen su propio interés de forma egoísta y salvaje. Hobbes resume esta situación en la célebre frase homo homini lupus (el hombre es un lobo para el hombre). Para evitar esa situación, los individuos llegan a acuerdos, pactan, cediendo una parte de sus intereses egoístas a cambio de obtener la paz. Esta transferencia de derechos da lugar al contrato social, un contrato que puede ser inestable, por cuanto los ciudadanos transfieren sus derechos al imperio único de un soberano que garantice la seguridad y la estabilidad del Estado.

h3>Convergencias y Divergencias

El deporte aparece vinculado a la guerra, ya sea en el sentido del estado de naturaleza, como preparación para la misma, en la necesidad de renunciar al uso de la fuerza que significa la constitución de la sociedad civil, o en la utilización del deporte como sustituto para domesticar la violencia y la guerra. Hobbes coincide con Aristóteles en la legitimidad de la guerra: Aristóteles desde su teoría natural y Hobbes a partir de la teorización del estado de naturaleza. Existe entre ambos una importante diferencia: mientras Aristóteles acepta y necesita la guerra para construir su política, Hobbes desea por todos los medios acabar con este estado natural beligerante.

Los Juegos Agonales en la Antigua Grecia

En Grecia, se plantea que el origen de los juegos agonales tiene una relación directa de carácter religioso y ceremonial. Por ello, algunos autores sostienen que estas actividades físicas están vinculadas a una serie de prácticas que se hacían en honor a los dioses. El ciudadano griego persigue la excelencia, la areté, que es su máximo potencial, con una inquebrantable voluntad de triunfo sobre los demás. Y ahí radica una de las características del espíritu deportivo, porque el deporte sin lucha es un simple juego, y si pierde su condición lúdica, se transforma en un simple y vulgar trabajo. Este concepto innova la filosofía de los juegos agonales, los cuales tienen un carácter competitivo y están vinculados a actividades físicas funerarias.

El sentido agonístico está inmerso en la vida de Grecia y presente en todos los elementos de la vida cotidiana. Como demuestra Rodríguez A., el elemento agonal no solo está presente en los juegos, sino también en el origen del teatro, por lo que juego y teatro comparten aspectos comunes: son rituales de ascendencia religiosa en los que está presente la dimensión agonal. Los griegos desconocían la palabra «deporte», porque utilizaban el término gimnasia para designar aquellos ejercicios destinados a la atención del cuerpo humano. La frase «gimnasio para el cuerpo, música para el alma» resume la virtud del ciudadano griego y la búsqueda de una educación integral en el ciudadano libre.