Guerra Fría: La División del Mundo en Bloques y el Telón de Acero
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El Nacimiento de los Bloques: La Configuración del Mundo Bipolar
A pocos meses de finalizar la Segunda Guerra Mundial, el mundo se dividió en dos grandes bloques: el estadounidense y el soviético. Estos se enfrentarían mediante una amenaza militar nuclear, una confrontación ideológica y económica, así como una fuerte propaganda contra el adversario, pero sin llegar directamente a las armas. Este conflicto fue conocido como la Guerra Fría.
El Telón de Acero: La División de Europa
Acabada la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética comenzó a favorecer el establecimiento de regímenes comunistas en los países de Europa Oriental. En pocos años, nacerían las llamadas Repúblicas Populares, que serían satélites de la URSS. El recelo entre los antiguos aliados creció y así, ya en 1946, Winston Churchill dijo que la Unión Soviética había dejado caer, sobre su área de influencia, un «Telón de Acero» que dividía Europa en dos bloques, ideológica, económica y militarmente contrapuestos y enfrentados. Se estaba abriendo el camino hacia la llamada Guerra Fría. Surgía así un mundo bipolar: comunismo frente a capitalismo.
El mundo entraba en una alocada carrera armamentística. Ambos bloques llegaron, en Europa, a estar separados físicamente; las fronteras se hicieron impermeables. A nivel popular, comenzó una psicosis internacional de trinchera.
La OTAN y el Pacto de Varsovia: Alianzas Militares en la Guerra Fría
El peligro del expansionismo soviético se había acentuado en los últimos años. Para evitarlo, los EE. UU. crearon un sistema de defensa internacional que comprometiera a otros países claramente anticomunistas. Así nacía en abril de 1949 (no 1939, como se indicó erróneamente en el documento original), la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la que inicialmente formaron parte:
- EE. UU.
- Canadá
- Gran Bretaña
- Francia
- Países Bajos
- Bélgica
- Luxemburgo
- Noruega
- Dinamarca
- Islandia
- Portugal
- Italia
En 1952 se unirían Grecia y Turquía; en 1955, la República Federal de Alemania; y España se integró en 1982.
La incorporación de la República Federal de Alemania provocó, en ese mismo año (1955), la creación por parte soviética del Pacto de Varsovia, que, liderado por la URSS, estaba integrado por las Repúblicas Populares de Europa del Este. Los dos bloques iniciaron una política de rearme con cuantiosísimos gastos militares.