La Guerra de la Independencia Española (1808-1814): Alzamiento Popular, Desarrollo Bélico y Restauración Monárquica
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III. La Guerra de la Independencia (1808-1814)
El 2 de mayo de 1808, días antes de las abdicaciones de Bayona, los últimos miembros de la familia real abandonaron Madrid. Es en este momento cuando los habitantes de la capital de España se levantaron contra los invasores. El descontento popular y el citado abandono de la familia real provocaron un levantamiento de los habitantes de la capital de España, que fue duramente reprimido por las tropas francesas.
Poco a poco, se produjeron nuevos levantamientos por todo el país, comenzando así la Guerra de la Independencia (1808-1814). Una vez se producían estas rebeliones, se formaron las llamadas Juntas: instituciones de carácter local que asumían el poder, dado que negaban la soberanía de los franceses y entendían que el rey de España (Fernando VII) no estaba presente. Estas Juntas, a su vez, terminaron coordinándose a través de Juntas Provinciales, que quedaron dirigidas por una Junta Suprema Central formada en septiembre de 1808.
III.1. Fases de la Guerra
Podemos dividir la Guerra de la Independencia en tres fases:
Primera Fase (mayo - noviembre 1808)
En esta fase, los franceses encontraron multitud de problemas y tuvieron que enfrentarse a una dura resistencia. Destaca la victoria del ejército español en la batalla de Bailén (julio de 1808). La derrota fue tan contundente que provocó la huida de José I de Madrid.
Segunda Fase (noviembre 1808 - 1812)
Debido a la derrota sufrida, Napoleón decidió intervenir personalmente en España. En diciembre de 1808, hizo su entrada con lo mejor del ejército francés (la Grand Armée), logrando numerosas victorias que le permitieron dominar casi todo el país, con la excepción de Cádiz y parte del Levante. A partir de entonces, la estrategia española tuvo que cambiar, y la contienda contra los franceses se caracterizó por la guerra de guerrillas: formación de pequeños grupos que realizaban ataques y emboscadas para causar el mayor daño posible, para después retirarse. Dentro de este tipo de estrategia, destacaron personajes como El Empecinado.
Tercera Fase (1812 - 1814)
En 1812, la guerra comenzó a cambiar. Napoleón se embarcó en la conquista de Rusia y, para ello, retiró a sus mejores tropas de España. Los nuevos contingentes del ejército francés que llegaban eran inexpertos y carecían de la suficiente experiencia. Esto fue aprovechado por los españoles, que contaron con la ayuda de los ingleses, liderados por el general Arthur Wellesley, duque de Wellington. Las victorias del bando hispano-británico se fueron sucediendo en batallas como las de Ciudad Rodrigo y los Arapiles (Salamanca). El prestigio de Wellington provocó que se convirtiera en jefe de los ejércitos aliados en la Península, continuando su cosecha de éxitos militares. Poco a poco, José I tuvo que ir abandonando plazas en el país, dado que iba perdiendo el control del mismo. Finalmente, tras la batalla de Vitoria (1813), José I abandonó España. Poco después, tras la victoria en la batalla de San Marcial (1813), el ejército francés se retiró definitivamente. En diciembre de 1813, Fernando VII firmó el Tratado de Valençay con Napoleón, mediante el cual recuperaba el trono. Así terminaba la Guerra de la Independencia.