La Guerra de la Independencia Española (1808-1814): Causas, Desarrollo y Consecuencias
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La Guerra de la Independencia: Antecedentes, Causas y Desarrollo
Antecedentes y Causas
Las causas de la Guerra de la Independencia se remontan al reinado de Carlos IV (1788-1808). Durante este período, las incoherencias del despotismo ilustrado, iniciado con Carlos III, junto con una profunda crisis económica, política y social, condujeron a la crisis del Antiguo Régimen en España.
El reinado de Carlos IV estuvo marcado por la Revolución Francesa (1789). La actitud indecisa de Floridablanca y la ineficacia del Conde de Aranda facilitaron el ascenso al poder de Manuel Godoy en 1792, un ejemplo de político ilustrado.
La ejecución de Luis XVI en Francia llevó a la anulación de los Pactos de Familia y arrastró a la España del Antiguo Régimen a una guerra contra la Francia revolucionaria. Sin embargo, la derrota en la Guerra de la Convención (1793-1795) y la posterior Paz de Basilea obligaron a España a firmar el Tratado de San Ildefonso (1796), dando inicio a una política de alianzas con Francia poco beneficiosa para España. Esta alianza involucró a España en nuevos conflictos, como la Guerra de las Naranjas, y dolorosas derrotas, como la de Trafalgar en 1805.
En 1807, Godoy firmó el Tratado de Fontainebleau, que autorizaba el paso de las tropas francesas por territorio español para invadir Portugal. Napoleón Bonaparte, con claras intenciones expansionistas, propuso un cambio en la frontera franco-española que alarmó a Godoy. Ante esta situación, Godoy intentó trasladar a la familia real a Andalucía y, posiblemente, a América. Este intento provocó el Motín de Aranjuez el 19 de marzo de 1808, protagonizado por partidarios del príncipe Fernando. El motín depuso a Godoy y forzó la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII.
Napoleón aprovechó la situación y atrajo a la familia real a Bayona, donde tuvieron lugar las Abdicaciones de Bayona. Fernando VII renunció al trono en favor de su padre, y este abdicó en Napoleón, quien finalmente lo cedió a su hermano José Bonaparte (José I). José I intentó implantar un régimen autoritario con algunas reformas a través del Estatuto de Bayona (julio de 1808).
En Madrid, la tensión por la presencia francesa desembocó en el levantamiento del 2 de mayo de 1808. El pueblo, junto con oficiales del ejército, se sublevó contra las tropas francesas. La respuesta de Napoleón fue brutal: el 3 de mayo, numerosos madrileños fueron fusilados en un acto que conmocionó a la nación. El levantamiento de Madrid se extendió rápidamente por todo el país, dando inicio a la Guerra de la Independencia (1808-1814).
Bandos en Conflicto
La Guerra de la Independencia enfrentó a dos bandos principales:
- El bando francés: Liderado por José I, estaba formado por las tropas francesas y los"afrancesado", españoles que apoyaban a José I y las reformas implementadas por los franceses.
- El bando español: Compuesto por una coalición heterogénea de liberales y absolutistas unidos por la defensa de la independencia nacional. Este bando luchaba en nombre de Fernando VII, conocido como"el Desead".
Desarrollo de la Guerra
La Guerra de la Independencia se caracterizó por una fuerte participación popular, con la lucha de guerrillas desempeñando un papel crucial. La guerra se desarrolló en tres fases principales:
Primera Fase: Ocupación Francesa (mayo-octubre 1808)
En esta fase, las tropas francesas ocuparon rápidamente los puntos estratégicos del país. Ciudades como Zaragoza y Gerona opusieron una feroz resistencia, convirtiéndose en símbolos de la resistencia española. Sin embargo, el ejército francés, bajo el mando del general Dupont, sufrió una importante derrota en Bailén (julio de 1808), lo que obligó a José I a abandonar Madrid y retirarse al norte del Ebro.
Segunda Fase: Predominio Francés (octubre 1808-julio 1812)
Napoleón, decidido a sofocar la resistencia española, entró en España con un ejército de 250.000 hombres y restableció a José I en el trono. La Junta Central Suprema, el órgano de gobierno español, se vio obligada a retirarse primero a Sevilla y luego a Cádiz. Las tropas francesas rompieron la línea de defensa española en el Ebro, derrotando a los españoles en Uclés y tomando Zaragoza y Gerona en 1809. A pesar de la ocupación francesa, la resistencia guerrillera continuó en el campo.
Tercera Fase: Ofensiva Hispano-Inglesa (julio 1812-1814)
La invasión francesa de Rusia en 1812 obligó a Napoleón a retirar tropas de España. Aprovechando la situación, la Junta Central Suprema firmó una alianza con Inglaterra. El ejército aliado hispano-inglés, bajo el mando del Duque de Wellington, derrotó a los franceses en la Batalla de Arapiles (julio de 1812). Esta victoria marcó un punto de inflexión en la guerra. En 1813, los franceses sufrieron nuevas derrotas en Vitoria y San Marcial, lo que llevó a la evacuación de las últimas tropas francesas de España a principios de 1814. El Tratado de Valençay (diciembre de 1813) puso fin a la guerra y reconoció a Fernando VII como rey de España.
Consecuencias de la Guerra
La Guerra de la Independencia tuvo profundas consecuencias para España:
- Pérdidas humanas y económicas: La guerra causó la muerte de 300.000 españoles y 1.000.000 de franceses. La economía española quedó devastada, con la agricultura, la ganadería y las infraestructuras destruidas.
- Crisis política: La guerra provocó un vacío de poder que dio lugar a la formación de Juntas locales y provinciales, así como a la creación de la Junta Central Suprema. La Constitución de 1812 (La Pepa), promulgada por las Cortes de Cádiz, estableció un sistema liberal que fue abolido por Fernando VII a su regreso a España.
- Fin del Antiguo Régimen: La guerra supuso un duro golpe para el Antiguo Régimen en España, aunque Fernando VII restauraría el absolutismo a su regreso. La experiencia de la guerra y la Constitución de 1812 sentaron las bases para el desarrollo del liberalismo en España durante el siglo XIX.