Habermas: Razón Instrumental, Acción Comunicativa y la Crítica a la Tecnodominación
Clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 4,31 KB
La Razón Instrumental y la Acción Comunicativa: Una Crítica Habermasiana a la Sociedad Tecnocrática
En la Ilustración, se creía que la historia humana era la del progreso y se articulaba en dos ejes fundamentales: el técnico y el moral. Sin embargo, con el avance técnico y el énfasis en el progreso material, la dimensión moral quedó progresivamente relegada. En las sociedades industrializadas, los avances técnicos han culminado en el triunfo de la razón instrumental.
La Crítica de Jürgen Habermas a la Sociedad Tecnocrática
Jürgen Habermas realizó un profundo estudio crítico de la sociedad tecnocrática, articulando su pensamiento en torno a dos conceptos básicos que definen las formas de acción humana:
Acción Técnica Instrumental
Se refiere a aquella en la que el ser humano selecciona un objetivo y calcula las consecuencias de sus acciones de manera estratégica y eficiente. En el contexto de las sociedades modernas, la preocupación central suele ser el crecimiento económico, lo que determina el objeto de las mayores inversiones y esfuerzos. Aquí, la racionalidad se orienta a la consecución de fines preestablecidos con la máxima eficacia.
Acción Comunicativa
Es la interacción basada en el discurso, donde las relaciones interpersonales se orientan al entendimiento mutuo. En este tipo de acción, la validez de los argumentos y la búsqueda de consenso son primordiales, seleccionándose el mejor argumento a través del diálogo racional. Su objetivo es la coordinación de acciones a través de la comprensión intersubjetiva.
Transformaciones Sociales y la Legitimación del Poder
En las sociedades tradicionales, el desarrollo de las fuerzas productivas no era suficiente para cuestionar el poder legitimado por el mito. Sin embargo, en las sociedades modernas, el ámbito económico se desvincula progresivamente del ámbito institucional, subordinando o relegando la esfera de la acción comunicativa. La ciencia, en este nuevo paradigma, sustituye a la religión y establece una nueva legitimación del poder.
La tecnocracia, en este sentido, no es solo un sistema de gestión, sino también una ideología. Habermas argumenta que separar la ciencia y la técnica de la ética es insensato y peligroso. La tecnocracia tiende a suplantar el entendimiento humano y la visión de una sociedad organizada cibernéticamente, donde la eficiencia técnica prevalece sobre la deliberación moral y política.
El Desarrollo Tecnológico y la Praxis Humana
La característica principal de nuestra sociedad reside en el desarrollo tecnológico. La creciente necesidad de planificación y control inherente a este desarrollo tiende a despojar al ser humano de su iniciativa y autonomía. La tecnoestructura, con su lógica de eficiencia y control, se impone sobre el individuo.
Habermas, por ejemplo, critica la noción marxista de praxis humana que se sustenta en el trabajo como la principal forma en que el hombre exterioriza su vida en los objetos que produce. Para él, esta visión de la humanidad como constructor es incompleta, ya que no considera adecuadamente la interacción social y la dimensión comunicativa. En contraste, la racionalidad humana se manifiesta en dos esferas de acción: la instrumental y la comunicativa, siendo esta última la que busca el entendimiento mutuo.
Estas dimensiones de la acción son irreducibles. Mientras que la acción estratégica (vinculada a la razón instrumental) es una forma de interacción, la acción comunicativa, orientada a la emancipación, busca genuinamente el entendimiento mutuo. Habermas dedicó gran parte de su obra a estudiar las condiciones universales que harían posible este entendimiento en una sociedad racional y justa.