Hábitos saludables y enfermedades: información esencial

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El estilo de vida

El estilo de vida se define como el conjunto de actividades, comportamientos y hábitos característicos de un individuo o colectivo. La alimentación, la actividad física y otros factores que configuran el estilo de vida tienen una gran incidencia en la salud.

La alimentación

El tipo de alimentación de un individuo tiene una gran influencia sobre su calidad de vida y su estado de salud general. Las carencias y desequilibrios en la dieta se manifiestan, en primer lugar, con la aparición de las llamadas enfermedades nutricionales, entre las que se incluyen desde la desnutrición hasta alteraciones de la conducta como la anorexia o la bulimia.

Toda dieta debe ser completa y equilibrada. En especial, conviene mantener una proporción baja de grasas, que tienden a provocar enfermedades cardiovasculares. El consumo de frutas y verduras, aunque aporta poca energía, resulta imprescindible porque aporta minerales y vitaminas.

La actividad física

La práctica moderada de ejercicio constituye un importante factor de salud que evita los riesgos de un estilo de vida sedentario, como la obesidad y las enfermedades del corazón.

Las drogas

De forma general, cualquier sustancia que modifica las funciones del organismo es una droga. Este concepto incluye las drogas aceptadas y legalizadas, como el alcohol y el tabaco, o los medicamentos. Las sustancias que alteran la conducta y crean dependencia física o psíquica pueden provocar graves enfermedades. Por ello, es importante no automedicarse y evitar el consumo de cualquier otro tipo de droga.

La información

Al conjunto de factores comentados hasta ahora hay que añadir el hecho de disponer de una información correcta sobre la gestión de la salud. Se trata de una condición a la que cada vez se presta más atención, como demuestra el incremento de las consultas sobre temas sanitarios en internet.

Las enfermedades

Según la definición más general, una enfermedad es una alteración que supone un perjuicio para el estado de salud de una persona. La gran variedad de enfermedades hace necesario establecer algún tipo de clasificación.

La Organización Mundial de la Salud estableció un sistema conocido como Clasificación Internacional de Enfermedades, que las agrupa según la causa de la enfermedad.

Una primera clasificación distingue entre enfermedades infecciosas y no infecciosas.

Enfermedades infecciosas

Están causadas por la invasión de los llamados agentes infecciosos.

Estos pueden ser: microorganismos (bacterias y hongos), virus, proteínas patógenas transmisibles. Las enfermedades infecciosas se caracterizan por propagarse entre varios individuos por contacto, es decir, pasan de una persona infectada a una persona sana.

Etapas de la evolución de una enfermedad infecciosa:

  • Contagio
  • Incubación
  • Desarrollo
  • Convalecencia

SIDA

El VIH o Virus de Inmunodeficiencia Humana es un microorganismo, un agente infeccioso encuadrado en el género Lentivirus. Este virus ataca al sistema inmunológico de las personas, debilitándolo y haciéndolas vulnerables ante una serie de infecciones, algunas de las cuales ponen en peligro la vida.

Hipertensión arterial

Es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento continuo de las cifras de presión sanguínea en las arterias. Aunque no hay un umbral estricto que permita definir el límite entre el riesgo y la seguridad, de acuerdo con la OMS, una presión sistólica sostenida por encima de 139 mmHg o una presión diastólica sostenida mayor de 89 mmHg están asociadas con un aumento considerable del riesgo de arteriosclerosis y, por lo tanto, se considera como una hipertensión clínicamente significativa.

Comida basura

La comida basura contiene, por lo general, altos niveles de grasas, sal, condimentos y azúcares (que estimulan el apetito y la sed) y numerosos aditivos alimentarios, como el glutamato monosódico (potenciador del sabor) o la tartracina (colorante alimentario). Puede provocar obesidad, enfermedades del corazón, diabetes, caries y celulitis. Aporta grasas, colesterol, azúcares y sal. Además de los establecimientos de comida basura, también la proporcionan los hipermercados.

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