Habsburgos en España: El Legado de Carlos V y Felipe II
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El Imperio de Carlos V: Un Reinado de Desafíos y Consolidación
Tras la muerte de Fernando el Católico en 1516, Carlos de Habsburgo, su nieto, quien anteriormente había heredado los territorios de Borgoña de su abuela paterna, asumió el poder de las Coronas de Castilla y Aragón. Inició un viaje a la Península Ibérica sin conocer el castellano y llegó acompañado de consejeros flamencos. Convocó Cortes para que votaran nuevos impuestos, lo cual le ayudaría a acceder al título de Emperador alemán.
Conflictos Internos: Las Revueltas de las Comunidades y Germanías
La reacción en Castilla fue inmediata, dando inicio al Movimiento Comunero. La mayor parte de las ciudades centrales del reino se rebelaron contra el monarca. A la aristocracia le parecía una humillación que el rey hubiera entregado la administración del reino a consejeros flamencos y hubiera dejado a Adriano de Utrecht como gobernador en su ausencia. La revuelta estalló en Toledo y pronto se extendió por el reino. Los comuneros crearon la Santa Junta de Tordesillas, donde exigieron la retirada de los impuestos, el respeto a las leyes y la marcha de los consejeros flamencos. Además, intentaron convencer a Doña Juana para que se pusiera al frente de la rebelión. Las disensiones debilitaron a las comunidades y, tras la derrota en Villalar en 1521, las ciudades abandonaron el movimiento, excepto Toledo, que lo hizo en 1522. Esta derrota trajo consigo el reforzamiento del poder real.
Por otro lado, las Germanías tuvieron su reflejo en la antigua Corona de Aragón. Las causas fueron la crisis económica, las epidemias y el descontento social. Estas provocaron el inicio de una rebelión en Valencia en 1520, que luego se extendería hacia el sur. Carlos V reaccionó lentamente y ordenó al virrey que detuviera el conflicto en 1522.
La Monarquía Hispánica de Felipe II: Consolidación y Expansión Global
Felipe II, hijo de Carlos I e Isabel de Portugal, fue meticulosamente preparado para desempeñar su cargo de rey. Tras la abdicación de su padre, Carlos I, en 1556, obtuvo el poder del reino. Sin embargo, Carlos había cedido el Imperio Alemán y las posesiones de los Habsburgos de Austria a su hermano, lo que resultó en dos ramas de la misma dinastía gobernando desde Madrid y Viena.
Desafíos Internos y Externos del Reinado de Felipe II
Más adelante, durante su reinado, nació la Leyenda Negra, en parte debido a la muerte del Príncipe Heredero Carlos en 1568 y a los problemas con su secretario, Antonio Pérez. Los sucesivos matrimonios de Felipe II fueron clave en su política exterior: se casó con María de Portugal, María I Tudor (reina de Inglaterra) y la francesa Isabel de Valois. Volvió a quedar viudo y, al no tener herederos varones, se casó con su sobrina Ana de Austria, madre del sucesor al trono, Felipe III.
Tras la muerte de María Tudor, las relaciones con Inglaterra se deterioraron. El intento de invadir la isla en 1588 con la Armada Invencible fracasó, marcando el inicio del declive del poder naval de España en el Atlántico. Felipe II no pudo resolver los conflictos políticos y religiosos de los Países Bajos, lo que finalmente llevó a su independencia en 1648.
La Unidad Ibérica: El Imperio Donde Nunca se Ponía el Sol
Uno de sus mayores triunfos fue conseguir la Unidad Ibérica en 1581, tras la muerte sin descendencia del Rey Sebastián de Portugal. Felipe II encargó al Duque de Alba la invasión de Portugal, logrando así las posesiones portuguesas en Brasil, África y Asia. De esta manera, se formó el vasto Imperio donde nunca se ponía el sol.