Hannah Arendt: Pensamiento Político, Acción y la Lucha contra el Totalitarismo
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La Filosofía Política de Hannah Arendt: Acción y Moral
La obra más relevante de Hannah Arendt sobre política es Los orígenes del totalitarismo. Para Arendt, la acción es la dimensión fundamental del ser humano, ya que es a través de ella que el individuo establece un diálogo tanto con los demás como consigo mismo. Este diálogo es esencial para la moral, ya que busca la coherencia entre nuestra identidad y el ideal que nos proponemos alcanzar.
La Banalidad del Mal y la Esencia de la Moral
Por lo tanto, toda moral requiere de un sujeto reflexivo, pues cuando esta reflexión falta, surge lo que Arendt denomina la banalidad del mal. Esta idea sobre la moral conecta directamente con la importancia de la política, pues la moral, al estar vinculada a las relaciones con los otros, encuentra su campo más relevante en el ámbito político, donde las interacciones interpersonales adquieren mayor significancia y profundidad.
Arendt, al centrarse en el problema político, se consideraba a sí misma pensadora política y no filósofa.
El Totalitarismo según Hannah Arendt
Un aspecto innovador de su obra es su profundo estudio del totalitarismo, una forma de poder político que surgió en el siglo XX, representado principalmente por el estalinismo y el nazismo.
Características del Totalitarismo
- El "Hombre Masa": El totalitarismo tiene como condición previa la figura del "hombre masa", un individuo completamente despersonalizado, aislado y sin referentes, que vive entre otros pero sin establecer una reflexión interior, ejemplificando la banalidad del mal.
- Leyes Suprahumanas y Deterministas: Teóricamente, el totalitarismo postula la existencia de leyes suprahumanas y deterministas que rigen tanto el mundo como la historia, basándose en las ciencias naturales (en el caso del nazismo) y en el sentido de la historia (en el del estalinismo).
- Disolución del Estado Tradicional: Esto lleva a la disolución del concepto tradicional de Estado, que es reemplazado por un poder privado y paralelo, como el partido, que lo controla todo.
- Sustitución de la Ciudadanía: El concepto de nación sustituye a la ciudadanía, donde esta es reemplazada por la raza (en el nazismo) o la clase (en el estalinismo).
- Fin del Estado de Derecho: El totalitarismo marca el fin del Estado de Derecho, elimina cualquier pluralismo o disidencia y fomenta un clima de arbitrariedad en el que todos se convierten en sospechosos y delatores.
La Respuesta Republicana de Arendt: Resistencia y Libertad
Así, el triunfo del totalitarismo supone la aniquilación de la política y la eliminación de la acción, que es lo propio y esencial del ser humano. El totalitarismo, en efecto, destruye la posibilidad de pensar y vivir en pluralidad, sustituyéndola por una identidad única.
Frente a este sistema, Arendt defendió el republicanismo, una forma de democracia deliberativa basada en consejos y espacios de acción política, donde el poder sea principalmente horizontal. El objetivo de Arendt fue siempre crear nuevos espacios para la acción política que garanticen la libertad y, con ella, la condición humana fundamental de la acción.