Hegel y la Izquierda Hegeliana: Crítica y Superación del Idealismo
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Crítica y Superación del Idealismo de Hegel y la Izquierda Hegeliana
El idealismo de Hegel postula que la realidad es razón, idea y espíritu, constituyendo un sistema racional. Lo verdadero se identifica con lo absoluto, y lo absoluto con la idea o espíritu, determinando y originando las diversas formas de realidad. Hegel consideraba al hombre como razón, la historia dirigida por el espíritu y el desarrollo progresivo de la libertad, y al Estado como la mejor expresión de la libertad. El orden social y político, según Hegel, es racional y permite la realización del hombre.
Tras Hegel, el pensamiento se dividió en la derecha hegeliana, que defendía el Estado, y la izquierda hegeliana, que aceptaba la dialéctica pero difería en la interpretación de la historia. La sociedad civil, según Marx, se reduce a una visión invertida de la realidad. Marx argumenta que la existencia del proletariado contradice la racionalidad social y política. Además, critica la filosofía por llegar tarde, cuando la realidad ya ha concluido su proceso de formación, y la tacha de ideología. Por ello, propone que la filosofía y la cultura se conviertan en acción. El aspecto revolucionario de la filosofía de Hegel reside en la transformación de todo elemento hasta que sea verdaderamente racional, concibiendo el mundo como un conjunto de procesos en oposición. Marx mantuvo y potenció estos aspectos revolucionarios.
Crítica al Materialismo de Feuerbach
El marxismo se presenta como una teoría materialista, donde la naturaleza es lo único real. Feuerbach, materialista, consideraba al hombre real y concreto como el único fundamento válido, caracterizado por su autoconciencia. Feuerbach criticaba la proyección de ideales y deseos en Dios, y la autoenajenación religiosa que desdobla el mundo natural. Propuso la mundanización de la religión.
Marx critica el materialismo de Feuerbach por ser mecanicista y contemplativo, incapaz de concebir el mundo como materia sujeta a desarrollo histórico. Marx echa de menos una crítica práctica a la religión, que analice rigurosamente las prácticas y ritos como instrumentos de dominación y alienación. Desde la perspectiva marxista, el materialismo de Feuerbach es idealista por su método abstractivo, que prescinde de la historia y las relaciones sociales. También considera idealista la admisión de una esencia humana genérica, que al separarla de la historia y las relaciones sociales se vuelve irreal. Es un idealismo orientado a la naturaleza y a la esencia genérica que apenas presta atención al orden real, social y político (mientras que Marx afirma que la filosofía solo dice la verdad si se relaciona con la política) y que conserva la religión pero interpretándola como la relación de cada hombre con el género.
Crítica y Superación de los Economistas Ingleses
Los economistas ingleses defendían que el trabajo es la única fuente de propiedad. Marx coincide en que el trabajo es la fuente de la propiedad capitalista, pero critica la divinización del capital y la propiedad privada de los medios de producción, que generan miseria humana. El salario, según Marx, es el poder del dinero sobre el trabajo para devaluarlo. Los economistas ingleses no consideran la relación directa entre el trabajador y la producción.
Crítica y Superación del Socialismo Utópico
Marx comparte con el socialismo utópico el objetivo de criticar la sociedad capitalista y su deshumanización. Sin embargo, rechaza el comunismo vulgar y el socialismo caritativo y reformista, que busca conciliar las clases antagónicas. Critica a Proudhon por no comprender la relación entre la propiedad privada y el trabajo alienado. Frente al anarquismo, defiende que el Estado desaparecerá tras un largo periodo de revolución social. La humanización del ser humano, según Marx, debe basarse en el análisis de las condiciones materiales que permitan la emancipación, y no en un postulado moral.