Heidegger: Crítica Social, Naturaleza y la Búsqueda de Valores Perdidos
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En cuanto a la relación del hombre con la naturaleza, Heidegger comienza un estudio antropológico que le permite hacer una crítica social. Como resultado de esa crítica, puede llegar a la conclusión de que el hombre ha quedado deshumanizado. Para pensar el SER es necesario haberlo vivido antes. Su filosofía no es intelectualista, sino que aspira a ir más allá del logos. El pensar es una actividad secundaria. Nuestra vida es vida natural en un entorno natural, y cada uno escoge la manera de vivir en este entorno: ir en contra de la naturaleza intentando conquistarla o encontrarse en armonía con ella.
El Logocentrismo y la Filosofía Vital
Heidegger pone de moda la palabra “logocentrismo”, con la que denomina a la filosofía occidental. En el mundo occidental, los filósofos se habían centrado en el intelecto, mientras que la filosofía griega es mucho más vital, atendiendo a todos los factores. A Heidegger le interesará el taoísmo y el budismo zen al final de su vida, y por ello se verá muy influenciado. Además, fue un interés mutuo, pues fue muy conocido en Oriente. Pretendió superar la razón y hacer una filosofía más vital. El Tao es de dónde surgen todas las cosas, por lo que no es una cosa más que podamos alcanzar con la mente. No está al alcance de nuestro conocimiento.
El SER y la Divinización de la Naturaleza
El SER de Heidegger acaba teniendo muchos atributos que se le habían atribuido al Dios cristiano. Diviniza la naturaleza, siendo producto posiblemente de su relación con la filosofía oriental. Esta concepción tiene una consecuencia política: al final, la salvación del hombre (los problemas del hombre del siglo XX) no se encuentra en el futuro y el desarrollo, sino en el pasado. Se encuentra en los valores antiguos, de comunidades más primitivas, en los que se vivía en mayor contacto con la naturaleza y en mayor conexión con sus ciclos. Llega a idealizarlos.
Añoranza por lo Sencillo y el Pasado Perdido
En Heidegger se puede ver una añoranza por lo sencillo, por el pasado perdido. Heidegger vio en el nazismo una forma de alcanzar estos valores perdidos, valores que no existen en nuestra sociedad consumista. Se puede considerar un pensador reaccionario en tanto a su política y, por otro lado, el implantador del pensamiento verde, mediante el que había que armonizarse con la naturaleza. Difundió estas ideas mediante sus críticas sociales.