Hesíodo: Teogonía y Trabajos y Días
Clasificado en Griego
Escrito el en español con un tamaño de 4,45 KB
Hesíodo: Teogonía y Trabajos y Días
La Épica Hesíodica
Frente a Homero, el beocio Hesíodo (S. VII a. C.) es un autor de contornos mucho más precisos. Posiblemente se halla dotado de una incipiente conciencia de autor, que le hace hablar de sí mismo en lugares estratégicos de su poesía. También parece que ello implica un rasgo de mayor modernidad frente al aedo de Jonia, al cual casi todos los críticos consideran más viejo. Empezamos, por tanto, situando a Hesíodo como miembro de una sociedad agraria que posiblemente compatibiliza los trabajos propios de esa sociedad (dedicación al ganado y la agricultura) con la práctica de una nueva habilidad, la poesía, cuyo don atribuye el autor a las Musas heliconíadas.
El Corpus Hesíodico
Igual que a Homero, también a Hesíodo se le atribuyó un corpus poético amplio, de carácter genealógico y didáctico frente al corpus épico de su antecesor. Hoy en día (no ha sido siempre así) se supone que son obras auténticas suyas tanto la Teogonía como los Trabajos y Días; de estas dos obras, la más antigua es la Teogonía, según evidencia la referencia a ella en Trabajos y Días.
Teogonía
La exposición propiamente dicha sobre la Teogonía se debe abrir con un comentario sobre su estructura y, ante todo, sobre las características del largo proemio que constituye un verdadero himno a las Musas. En su intento de narrar el universo, Hesíodo adopta después un formato genealógico, similar al observado en otras tradiciones, y comienza planteando el nacimiento de las primeras realidades naturales (Caos, Eros, Tierra, Cielo) para pasar luego de la cosmogonía a la teogonía.
Es fundamental destacar que en el poema existe, por así decirlo, un esqueleto, el Mito de Sucesión (Urano-Crono-Zeus), dentro del que se van insertando los diversos mitos que introducen variedad en la narración.
Un ejemplo fundamental de estos mitos es el mito de Prometeo, mito etiológico de principio a fin, un duelo de astucia constante entre Zeus y Prometeo (acción-reacción-acción-reacción...) del que, al final, sale victorioso Zeus, aun habiendo sido antes burlado en la apariencia por Prometeo.
Se ha de insistir en que el Mito de Sucesión está puesto al servicio de la glorificación de Zeus: para Hesíodo, este dios es, en último extremo, el garante del universo al que están sometidas todas las otras potestades. En este punto de la exposición se ha de comentar que Hesíodo, muy especialmente en el caso del Mito de Sucesión, tiene una gran deuda con las tradiciones orientales. Aunque la cuestión no es evidente, parece lo más probable que el Mito de Sucesión haya pasado de Oriente a Grecia en el segundo milenio a. C.
Trabajos y Días
La estructura de conjunto del poema se deja analizar con facilidad en componentes dispares. Se recordará que Trabajos y Días se abre con un proemio dirigido a Zeus y una primera parte en la que se plantea el tema central de la obra, la relación entre el trabajo humano y la justicia divina.
Es importante destacar que una buena porción del poema está ocupada por una especie de calendario agrícola al que siguen un excurso sobre la navegación y una sección sobre normas de conducta social que posee carácter de conclusión. Por ello hay motivos para suponer que, como en el caso de la Teogonía, la sección final de la obra, ocupada por el calendario de días nefastos y propicios, no formaba parte del diseño original del poema. Evidentemente, en cualquier exposición sobre Trabajos y Días ha de concederse atención preferente al punto de arranque del poema, el conflicto particular que Hesíodo eleva a categoría universal: su enfrentamiento con Perses, su hermano, por la herencia paterna. En este sentido cobra especial importancia el análisis de la primera sección del poema y de las estrategias usadas por Hesíodo para caracterizar la vida humana como un trabajo constante.
En una fase intermedia de la exposición el poema nos promete además un desenlace no tan pesimista para el conflicto de Hesíodo y nuestro propio conflicto como seres humanos. Pues la existencia de una Justicia de Zeus nos viene a decir a todos que es un factor determinante que no ha de caer en saco roto.