Heurísticas Cognitivas: Atajos Mentales y Sesgos en la Toma de Decisiones

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La heurística es un conjunto de atajos mentales, reglas metodológicas no formalizadas que sugieren cómo proceder y qué problemas evitar al tomar decisiones. Se basa en reglas empíricas que no siempre funcionan. Los seres humanos utilizamos estas reglas porque la información disponible es imperfecta, lo que puede ser útil pero también llevar a errores.

Reglas Heurísticas según Kahneman y Tversky

Según Kahneman y Tversky, existen tres reglas principales que utilizamos para evitar esfuerzos cognitivos, proporcionando respuestas más o menos correctas en la mayoría de las ocasiones:

  • Sesgo de Disponibilidad

    Al estimar la probabilidad de ciertos fenómenos, recurrimos a lo que nos viene más rápido a la memoria. Un suceso parece más probable en función de cómo lo recordamos. Existe una correlación entre la disponibilidad en el cerebro y la frecuencia real. Sin embargo, pueden surgir errores, ya que a veces se graba con más fuerza lo vivido recientemente que lo más repetido.

  • Sesgo de Representatividad

    Estimamos la frecuencia de un fenómeno basándonos en lo que es más característico o representativo de él. Esto dificulta el uso del teorema de Bayes. Por ejemplo, el estereotipo del bibliotecario callado versus el vendedor extrovertido.

  • Regresión a la Media

    Cualquier fenómeno que se repite tiende a su valor medio. Por lo tanto, caemos en el sesgo de representatividad al utilizar las últimas observaciones como características.

Sesgo del Efecto Ancla y Ajuste

En muchas ocasiones, las decisiones se toman considerando un resultado futuro. Para ello, se puede investigar (experimentar individualmente) o recurrir a un ancla ajustada que no tenga relación con el tema en cuestión. Nos apoyamos en el valor (decisión) de un ancla irrelevante, y el resultado depende en gran medida del ancla que se escoja. Un ancla escogida arbitrariamente no tiene que ver con lo que queremos estimar, mientras que un ancla ajustada se adapta a lo que queremos estimar.

Conclusión

Tomar decisiones tiene altos costes. En ocasiones, utilizamos ciertos sesgos que pueden ser efectivos o, por el contrario, llevarnos a tomar decisiones irracionales.

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