Hipermetropía en física

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Defectos de la visión: ametropías

Las ametropías son defectos refractivos del ojo debidos a un exceso o defecto de potencia óptica,
que tienen como consecuencia que la imagen formada por el ojo en la retina esté desenfocada.
(La retina es el tejido de la parte posterior del ojo donde están los fotorreceptores que envían la
señal al cerebro a través del nervio óptico.)
Decimos que un ojo es emétrope cuando no presenta ametropías, es decir, cuando su potencia es
la adecuada en relación con su tamaño, de manera que el foco imagen está situado en la retina y
las imágenes están enfocadas.
Hay tres tipos de ametropías: miopía, hipermetropía y astigmatismo.
Miopía: El ojo tiene un exceso de potencia con relación a su tamaño, por lo que el foco imagen
está situado antes de la retina. En los ojos miopes las imágenes de objetos lejanos estarían
enfocadas en un plano anterior, pero son borrosas en el plano de la retina.
La miopía se corrige con una lente divergente con la potencia (negativa) adecuada para restar el
exceso de potencia del ojo y conseguir que los rayos se enfoquen en la retina.
Hipermetropía: Ocurre lo contrario que en la miopía: el foco imagen cae por detrás de la retina
debido a un defecto de potencia en relación con la longitud del ojo.
Se corrige mediante una lente convergente (potencia positiva) que compensa el defecto de
potencia del ojo.
Astigmatismo: Ocurre cuando el ojo tiene distinta potencia óptica a lo largo de dos meridianos
perpendiculares (debido a que alguna de las superficies del ojo no tiene simetría de revolución o a
que está inclinada respecto a las demás).
(Por ejemplo: un ojo puede ser miope de 2 D en el meridiano horizontal y miope de 3 D a lo
largo del meridiano vertical; decimos que el ojo es miope de 2 D con un astigmatismo de 1 D.)
El astigmatismo se corrige mediante lentes tóricas, las cuales poseen dos curvaturas distintas a lo
largo de sendos ejes perpendiculares.


Relatividad especial

Un problema fundamental en Física a finales del Siglo XIX, era que las leyes del
electromagnetismo variaban al cambiar de sistema de referencia, violándose el principio de
relatividad de Galileo que era la base de la mecánica de Newton. Así, observadores en
movimiento relativo obtendrían diferentes resultados al estudiar los fenómenos electromagnéticos.
En 1905, Einstein concilió las dos teorías (la mecánica y el electromagnetismo) mediante su
Teoría Especial de la Relatividad, que se basa en los dos postulados siguientes:
1º Principio, de relatividad: Todas leyes de la física tienen la misma forma en los sistemas
de referencia inerciales (es decir, para diferentes observadores).
2º Principio, de constancia de la velocidad de la luz: La velocidad de la luz en el vacío es
una constante universal.
La teoría de Einstein conduce a algunas conclusiones que nos obligan a cambiar las
concepciones clásicas de espacio, tiempo, masa y energía:
- El espacio y el tiempo no son absolutos: observadores en diferentes sistemas inerciales miden
distintos intervalos de tiempo para un mismo suceso y distintas longitudes para un mismo objeto.
- Ningún cuerpo puede viajar a una velocidad superior a la velocidad de la luz en el vacío.
- La masa y la energía son equivalentes, puede transformarse la una en la otra según la ecuación
E = mc2 .

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