Hipersensibilidad de tipo 1: Alergia y tratamiento
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14.2. La hipersensibilidad se produce cuando el sistema inmunológico desencadena una respuesta inmunitaria excesiva que provoca lesiones en los tejidos del
Su desarrollo es muy rápido: entre 10 y 20 minutos tras la exposición al antígeno, que en este caso se denomina alergeno. Los
La reacción alérgica se desarrolla así: la primera exposición al alergeno provoca un estímulo de los linfocitos TH que, a su vez,
Una vez producida la sensibilización y tras una nueva exposición al alergeno, éste se une a las IgE fijadas previamente a los
El tratamiento de los procesos alérgicos se basa en la administración de antihistamínicos, para neutralizar la acción de la histamina,
propio organismo. Estos procesos inmunitarios no ocasionan beneficio al organismo; todo lo contrario. Hay varias modalidades de hipersensibilidad según el efecto que se genera, el proceso inmunitario que lo desencadena y el tiempo que tarda en manifestarse. En nuestro caso, estudiaremos la Hipersensibilidad de tipo 1 Inmediata o anafiláctica, comúnmente conocida como Alergia.
Alergenos más comunes son: venenos de abejas y avispas; proteínas de las células del polen; esporas de mohos; heces de ácaros del polvo; pelo de animales domésticos; algunos medicamentos como la penicilina; algunos alimentos (mariscos, chocolates, frutos secos...).
Inducen la activación de los linfocitos B. Estos fabrican inmunoglobulinas IgE, que se unen por su zona constante a los leucocitos basófilos y a los mastocitos (células fijas localizadas cerca de los capilares sanguíneos), fijándose a la superficie externa de su membrana. Se dice entonces que se ha producido la sensibilización, la cual depende de la producción de IgE.
Mastocitos y basófilos, lo cual provoca su desgranulación, que consiste en la secreción de sustancias que se encuentran en el citoplasma celular. Para que se produzca la desgranulación es preciso que el alergeno se una, al menos, a dos moléculas de IgE. Las sustancias expulsadas son mediadores de la inflamación (histamina, prostaglandinas y leucotrienos). Los síntomas y manifestaciones del proceso alérgico se derivan de la acción de estas sustancias, que pueden desencadenar reacciones locales (inflamación cutánea con enrojecimiento, hinchazón y picor o aumento de la secreción nasal y lacrimal) o reacciones generalizadas (contracción de los músculos de bronquios y bronquiolos, que genera dificultades respiratorias, asma o bien una importante vasodilatación general). En este último caso se puede producir la muerte por asfixia o por un descenso acusado de la presión sanguínea (shock anafiláctico).
Y de otros medicamentos, para aumentar la presión sanguínea y dilatar los bronquios. La solución ideal, sin embargo, consiste en desensibilizar al individuo mediante técnicas de inmunoterapia. Para ello se realizan pruebas cutáneas con el fin de identificar el alergeno responsable. Una vez detectado, se administra en dosis crecientes hasta conseguir la desensibilización. Al parecer, con este método se forman anticuerpos bloqueantes IgG que al unirse al alergeno impiden que este se una a las IgE. También puede estar implicada la producción de linfocitos TS, que provocan una disminución de la síntesis de IgE.