Hispania Romana, Decretos de Nueva Planta, Guerra de Sucesión y la Ilustración Española
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La Romanización de Hispania
La romanización fue el proceso de integración cultural y política de Hispania en el Imperio Romano:
- Lengua: El latín se convirtió en el idioma común, originando las lenguas romances.
- Urbanización: Se fundaron ciudades como Tarraco y Emerita Augusta, que difundieron el modelo romano.
- Infraestructuras: Calzadas, acueductos y puentes conectaron el territorio, facilitando el comercio y el control militar.
- Religión: El politeísmo romano se impuso inicialmente, seguido por la expansión del cristianismo en los siglos posteriores.
Los Decretos de Nueva Planta
Los Decretos de Nueva Planta, promulgados por Felipe V tras la Guerra de Sucesión, causaron un giro en la política de la Monarquía Hispánica. Al eliminar los fueros e instituciones tradicionales de Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca, el monarca instauró un modelo centralista inspirado en las leyes de Castilla, que consolidaba su autoridad absoluta. Este movimiento no solo homogeneizó la administración, sino que buscó erradicar las diferencias que habían fragmentado al reino. Sin embargo, Navarra y el País Vasco quedaron exentos, preservando sus privilegios. Este acto marcó el inicio de un nuevo orden en el que la unificación se convirtió en una herramienta de poder, sacrificando la diversidad histórica de estos territorios.
La Guerra de Sucesión Española
La Guerra de Sucesión Española fue una guerra internacional entre grandes potencias europeas que duró desde 1701 hasta la firma del Tratado de Utrecht en 1713. Tuvo como causa fundamental la muerte sin descendencia de Carlos II de España, último representante de la Casa de Habsburgo, en noviembre de 1700, lo que dio lugar a una lucha por el control del Imperio español entre los partidarios de las dinastías reclamantes de los Borbones y los Habsburgo. Su heredero oficial era Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, cuyos principales partidarios eran Francia y la mayor parte de España. Su rival, el archiduque Carlos de Austria, contaba con el apoyo de la Gran Alianza, cuyos principales miembros incluían a Austria, la República Neerlandesa y Gran Bretaña. La guerra dejó como principal consecuencia la instauración de la Casa de Borbón en el trono de España. Entre los conflictos relacionados importantes se incluyen la Gran Guerra del Norte de 1700 a 1721 y la Guerra de la Reina Ana en América del Norte.
El Tratado de Utrecht
El Tratado de Utrecht (1713-1714) significó un punto de inflexión en la política internacional de la España borbónica. Aunque Felipe V fue reconocido como rey de España, debió renunciar al trono de Francia, asegurando que ambas coronas no se unieran jamás. Como compensación a las potencias vencedoras, España cedió los Países Bajos, Nápoles, Sicilia y Milán a Austria, mientras que Gibraltar y Menorca pasaron a manos de Inglaterra, otorgándole un control estratégico sobre el comercio marítimo. Además, el tratado abrió brechas económicas con concesiones como el asiento de esclavos y el navío de permiso, que permitieron a Inglaterra participar en el comercio con América, marcando el declive del monopolio español en las Indias.
La Ilustración en España
La Ilustración fue un movimiento cultural que exaltó la razón, la ciencia y el progreso como bases para reformar la sociedad. En España, estas ideas influenciaron el Despotismo Ilustrado, una forma de gobierno que impulsaba reformas en beneficio del pueblo, manteniendo intacta la monarquía absoluta y el sistema estamental. Carlos III ejemplificó esta tendencia con medidas como la modernización agrícola y educativa. La paradoja de la Ilustración española fue su fidelidad al catolicismo y la Corona, que la diferenciaron de las corrientes más radicales de Europa.