Historia de las Aleluyas y el Periódico Escolar
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Historia de las Aleluyas
Las aleluyas eran, en su origen, estampitas con motivos religiosos, cada una de las cuales, llevaban impresa la palabra aleluya. El sábado santo, los sacerdotes las lanzaban al público de la iglesia, pero por su extensión, se llamó Aleluyas al pliego impreso con el conjunto de estampas y grabados que solía llevar debajo un pareado, o bien una redondilla o frase corta. Tenían dibujos, pero un dibujo ingenuo y un texto muy breve y sencillo y apropiado para los niños, y que terminaban casi siempre también con una frase pedagógica o moral.
Se puede decir que las aleluyas son la pura manifestación de la literatura propiamente infantil, ya que más adelante darán lugar a series y pliegos donde se refieren vidas de santos, así como otras historias profanas, historietas y despropósitos, evidentemente destinados a los niños, por ejemplo, Las Aleluyas de San Isidro, las de Majas, de la vida de Santa Teresa, de soldados, de toros, del mundo al revés, etc. Podrían ser también el anticipo del periódico infantil ilustrado.
Generalmente, las aleluyas más infantiles suelen tener como protagonista a los propios niños, como la titulada “Los niños”. Intenta ridiculizar a los pequeños que tienen un grado de independencia y creen saber más que los padres.
En Barcelona y Cataluña recibieron el nombre de aucas. Estas eran de origen profano.
El periódico escolar
Partimos de la base de que la prensa en líneas generales es información mientras que la literatura es creación aunque sea literatura infantil como en el siglo XVIII no había demasiadas lecturas a excepción de los clásicos dirigidos a la infancia, el nacimiento del periódico infantil en este siglo marco un hito en el mundo infantil y sus lecturas.
En España el primer periódico surge en 1798 bajo en nombre de “La gaceta de los niños” y para poder aceptarlo como literatura infantil hay que partir del hecho de que había ilustraciones dentro de ese periódico y también se introducían algunos juegos infantiles, costumbres de los niños, etc. Existían antecedentes de este periódico infantil en otros países como Inglaterra, Alemania o Francia.
Pese a ello, “La gaceta de los niños” tuvo mucho éxito, pero su edición no duró más de dos años, a este periódico le van a seguir otras publicaciones como “La gaceta de los jóvenes” pero realmente será en el siglo XIX cuando aflore de lleno el periódico infantil.