Historia del Bienio Progresista Español: Acontecimientos Clave (1854-1856)

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El Bienio Progresista en España (1854-1856): Reformas y Conflictos

La Revolución de 1854: El Origen del Bienio

Los casos de corrupción y la presencia de una corriente partidaria de unir las coronas de España y Portugal provocaron la desconfianza en el sistema y la sublevación de 1854, lo que desencadenó el Bienio Progresista.

Este periodo se inició con un enfrentamiento militar conocido como la Vicalvarada, dirigido por los generales Dulce y O'Donnell.

Tras la batalla, el general Serrano sugirió que el pronunciamiento tuviera un carácter civil. Por lo cual, Cánovas se encargó de la redacción del Manifiesto de Manzanares, en el que se demandaban importantes reformas progresistas, tales como:

  • Un régimen representativo.
  • La vuelta de la Milicia Nacional.
  • La reducción de impuestos.
  • La descentralización municipal.

La Labor de Gobierno Durante el Bienio Progresista

La labor del gobierno estuvo presidida por Espartero (líder de los progresistas puros) y O'Donnell (líder de la Unión Liberal, formada por moderados y progresistas). Ambos impulsaron numerosos cambios de carácter progresista, entre los que destacan:

  • La libertad de prensa.
  • La tolerancia religiosa.

Este gobierno tuvo que hacer frente a un nuevo levantamiento carlista y a la oposición a las medidas desamortizadoras.

En 1855, Madoz llevó a cabo el segundo gran proceso de desamortización, que incluyó bienes de la Iglesia y la venta de bienes municipales. Esta acción provocó la enemistad de la Iglesia y la separación entre la burguesía y el proletariado.

Asimismo, se generó una deuda pública que impedía al Estado pagar a los funcionarios y a los militares.

Estos problemas internos y externos dieron lugar a la sustitución de Espartero por O'Donnell al frente del gobierno.

La Constitución de 1856 y la Crisis del Bienio

La Constitución de 1856 es conocida como non nata (no nacida) porque, a pesar de su redacción, no llegó a entrar en vigor. Era un texto de marcado carácter progresista que defendía principios como:

  • La soberanía popular (es decir, el poder del pueblo).
  • La recuperación de la Milicia Nacional.

La Unión Liberal se formó durante esta etapa, posicionándose en el centro del espectro político, entre progresistas y moderados. La derecha estaba representada por los neocatólicos y carlistas, mientras que la izquierda la conformaban los demócratas.

El malestar social, provocado por los impuestos de consumo y las quintas, precipitó la crisis del Bienio Progresista, consolidando la posición de la Unión Liberal de O'Donnell y marcando el fin de este periodo.

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